La portavoz del Gobierno local, Laura Álvarez, instó ayer a los empresarios del Parque Empresarial a seguir pagando el IBI y la tasa de vados al Ayuntamiento, dando marcha atrás en su intención de hacer los ingresos en una cuenta reservada para de este modo expresar su descontento con la falta de inversión municipal en este espacio.
Álvarez advirtió de que el pago de los impuestos “es una obligación de todos” y lamentó que se esté “poniendo de moda en España” saltarse la ley “cuando no nos gustan”. En este sentido, la portavoz del Gobierno aludió al convenio suscrito entre el Ayuntamiento y la Entidad Urbanística de Conservación del Parque Empresarial en 1999, que deja claro que dicho ente debe asumir “la conservación y limpieza de los pavimentos y arbolados de la red viaria”, así como de las “áreas libres y zonas ajardinadas públicas”, o de los “elementos e instalaciones de la red de alumbrado público”.
Por el contrario, el Consistorio asume “los consumos originados por el abastecimiento de agua para las necesidades de riego, baldeo de viario público y mantenimiento de las zonas verdes públicas”, así como del costo actualizado “del suministro de energía eléctrica para la red de alumbrado público y del sistema de riego”.
“Hay un convenio vigente y hay que cumplir con lo que nos guste y con lo que no nos guste. No podemos hacer una alzada nacionalista”, afirmó Álvarez, que avanzó incluso que la decisión de los empresarios de retener el pago del IBI podría generarles “problemas añadidos” derivados entre otras cosas de los intereses de demora que llegado el caso se les podría exigir.
La portavoz añadió que el Gobierno “no se va a cansar de sentarse y hablar” con cualquier colectivo, pero dejó claro que “con el dinero público sólo se puede actuar en los sitios que son de todos”, una condición que a su juicio no se da en este caso.
Un ‘recibo’ anual de 2,5 millones de euros
Los empresarios han decidido por unanimidad retener el dinero del IBI en una cuenta judicial ante la situación de abandono en la que se encuentra el parque y la falta de inversiones. La factura conjunta asciende a unos 2,5 millones de euros.
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