Los automóviles nuevos que se vendieron en España durante 2016 registraron un promedio de emisiones de dióxido de carbono (CO2) de 114,4 gramos por kilómetro, un 0,8% menos respecto al año anterior, situándose así por debajo de la media europea, que fue de 118,1 gramos por kilómetro (-1,2%).
Según datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), los turismos entregados en Letonia durante 2015 fueron los que promediaron el mayor rango de emisiones de CO2, con 120 gramos por kilómetro, pese a disminuirlo en un 2,6% en comparación al curso anterior.
El podio lo completan Alemania y Luxemburgo, con 127 y 126,1 gramos/kilómetro de CO2 por cada coche recién salido de fábrica, respectivamente. Ambos países lograron descender un 1,1% las emisiones de sus nuevos turismos respecto al ejercicio precedente.
Por el contrario, el nivel más bajo de emisiones de CO2 en coches nuevos se dio en Portugal, con un promedio de 104,7 gramos/kilómetro por vehículo, un 0,9% menos en comparación a 2015.
En la misma línea, le siguen Holanda, único país de la Unión Europea que aumentó las emisiones de sus vehículos nuevos (+4,7%, 105,9 gramos/kilómetro), y Dinamarca (-0,1%, 106,1 gramos/kilómetro).
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