Jerez

Jerez tiene una deuda que saldar con Manuel Luis Martín

Este sábado se cumplieron diez años del fallecimiento del sindicalista, líder vecinal y profesor Manuel Luis Martín Moreno

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  • Manuel Luis Martín -

A las dos de la mañana del domingo 14 de enero de 2007 dejaba de existir, en su propio domicilio, Manuel Luis Martín Moreno, sindicalista, líder vecinal, profesor, articulista y, sobre todo, un hombre comprometido hasta la exageración con lo que se le pidiese o en lo que trabajase. Diez años de su adiós definitivo, diez años en el que el dolor se hizo presente en un abarrotadísimo Santuario de María Auxiliadora donde se celebraron las exequias y su cuerpo fue sacado en medio de una atronadora ovación de una gente que no olvidaba lo mucho y bueno que, desde sus distintas parcelas laborales, realizó Manuel Luis en pro de Jerez y los jerezanos.

Lideró la plataforma que pidió un campus universitario para Jerez y participó activamente en la de la construcción de la Ronda Oeste que, desgraciadamente, no pudo ver culmina terminada

Diez años más tarde, sin embargo, Jerez no ha pagado la deuda que tenía con Manuel Luis. Jerez no ha sabido recordar que él   fue el ideólogo fundamental de la plataforma que presionó  para que Jerez tuviese su campus universitario; que también participó de forma activísima en la plataforma para la construcción de la Ronda Oeste, esa que él ya, desgraciadamente, no pudo ver en funcionamiento; que era una persona que estaba presente siempre que se le llamase para una causa que considerase justa;    que fue quien trajese a Jerez congresos, como aquel que se celebró de Educación Física, que fue importantísimo; amén de que fue un líder vecinal que lideró junto a gente como Sebastián González o Luis Cortés la actual Federación Local de Asociaciones de Vecinos, que en la UGT, en su sección de enseñanza, estuvo muchísimos años trabajando y que, cuando por las circunstancias, tuvo que dar un paso al lado retornó a sus labores docentes en el Colegio Purísima Concepción.-Manuel Lora Tamayo donde fue un valedor fundamental en las verbenas de María Auxiliadora, en el coro de villancicos del colegio, en los teatros de los alumnos, incluso estuvo presente en los primeros años del nacimiento de la Hermandad de La Redención con la que volcaba en cuantas necesidades existiesen, como en la caseta de feria.

Manuel Luis, además de sus facetas como sindicalista, líder vecinal- fue presidente de la Asociación de Vecinos de Icovesa durante varios años y promotor de la Federación Solidaridad-  y profesor también fue articulista hasta tal punto que el fallecimiento le sobrevino   cuando intentaba escribir su artículo de los lunes para Información Jerez.  Se sintió súbitamente indispuesto y sin que prácticamente hubiese opción a reanimarle  y perdiese esa vida que había estado latiendo con fuerza hasta el último instante.    
Manuel Luis Martín Moreno no era jerezano  de nacimiento, pero sí de adopción y en un programa de la televisión municipal se pidió públicamente que se le hiciese hijo adoptivo a título póstumo, pero la petición quedó en saco roto; se pidió que el campus universitario tuviese un reconocimiento especial para Manuel Luis, pero la realidad es que Jerez se ha olvidado de lo mucho y  bueno que hizo en una ciudad que no eras la suya, pero que abrazó como tal.

De hecho aquí nacieron sus hijos y aquí se casó con Luisa Pérez Gómez, otra profesional del Magisterio. Era padre de cuatro hijos, Manuel Luis, José Carlos, Julio Alberto y María Luisa y, además de sus labores sindicales y de magisterio y de asociaciones de vecino fue colaborador de los medios informativos, concretamente de esta casa donde cada semana, cada domingo, firmaba la sección ‘Desde Mi Azotea’. Precisamente a sus familiares regaló por Reyes un libro con una recopilación de sus artículos. También colaboraba con el periódico gratuito Viva Jerez, donde firmaba un artículo de opinión cada lunes.
El recuerdo de Manuel Luis, para todos aquellos que lo conocieron, para los que compartieron con él la lucha y la entrega en las distintas parcelas de una vida dedicada por entero a los demás y que se esfumó una noche de invierno, hace diez años, cuando contaba tan solo con 51 años de edad y tenía mil proyectos e ilusiones por desarrollar.
 

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