Un año después de que en Jerez saltara el escándalo por la detención de M. T. C, la propietaria y gerente de una escuela infantil con dos centros distintos en La Cartuja y Olivar de Rivero por presuntos malos tratos físicos y psíquicos a los niños, la instrucción del caso ha entrado en su recta final. Según apuntan fuentes judiciales a este periódico, una vez concluidas las pruebas testificales, con la declaración de los padres denunciantes, trabajadores de los centros y el resto de testigos de todas las partes, esta fase de la investigación judicial está pendiente solo de escuchar las grabaciones.
Se trata principalmente de audios de móviles, a los que también se sumaron videos, que fueron aportadas por la ex trabajadora denunciante como prueba y en la que supuestamente se sostiene buena parte de su acusación. De esta manera, está previsto que antes de que termine el año se fije un día para culminar este trámite y se dará por concluida la fase de instrucción.
A partir de ahí, el juez tendrá que resolver si se dicta auto de procedimiento abreviado y la causa pasa al Juzgado de lo Penal para la apertura de juicio, o se decreta su archivo, una resolución, esta última, que, según estas mismas fuentes judiciales parece “poco probable”a tenor de cómo se ha ido desarrollando el procedimiento, en el que además de la acusación del Ministerio Fiscal de oficio a raíz de la denuncia presentada por la ex empleada, hay varias acusaciones particulares de padres afectados que también decidieron personarse como acusación particular.
Varias acusaciones
Las familias decidieron por ejercer la acusación particular argumentan su postura tanto en el material susceptible de figurar en la investigación judicial que intervino el SAF de la Comisaría de la Policía Nacional de Jerez como en el hecho de haber detectado comportamientos extraños en sus hijos que entienden que podrían guardar relación con los presuntos tratos vejatorios que sufrieron, lo que motivó numerosas bajas en estas escuelas infantiles, en las que nunca se ordenó su clausura.
Tras la alarma social vino la calma
El 12 de noviembre de 2015 la directora de dos guarderías en Jerez que regentaba con la colaboración de su hija - a la que nunca se le ha inculpado, al igual que al personal- fue detenida como presunta autora de un delito contra la integridad moral por los supuestos malos tratos físicos y psíquicos, leves a los niños, según fuentes de la investigación. Una noticia que corrió como la pólvora en Jerez y que creó una alarma social no exenta de cierta ambigüedad por la defensa a ultranza que mostraron padres y vecinos de la zona a la mujer detenida, que quedó en libertad con cargos y con una orden de alejamiento de los centros que dirigía.
En el otro extremo estaban las familias que empezaron a atar cabos por las acusaciones que recaían sobre la directora y la actitud de sus hijos, a los que presuntamente les zarandeaba, les lanza peluches o les amenaza con meterlos en la ducha si se portaban mal, entre otras acusaciones. Por su parte, desde la defensa, que ejerce el letrado Rodrigo Tejero, insisten en que las grabaciones aportadas “se han realizado de una forma planificada y organizada”, dado que “no se trata de grabaciones al azar o espontáneas”. Asimismo, añade que “algunas de las imágenes están tomadas en situaciones, que descontextualizadas, persiguen inducir a confusión en quien las ve”.
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