Media tarde del lunes 26 de septiembre. Las redes sociales empiezan a hacerse eco del supuesto intento de secuestro de una menor de ocho años de edad ocurrido el sábado 24 de septiembre, en plena calle Tornería y coincidiendo con el paso de la procesión de la Virgen de la Merced. Parecería uno de esos muchos bulos que circulan por la red y que únicamente contribuyen a generar psicosis en la población si no fuera por el hecho de que varios medios se hacen eco del suceso. Esos medios acreditan además que la Policía Nacional está investigando los hechos e incluso que el autor material del presunto secuestro es un ciudadano de origen asiático.
Nos situamos en el lugar de la escena y en la noche del sábado. No es un día cualquiera. Es el día de la patrona, cuyo cortejo ha avanzado por la Alameda del Banco en busca de Eguilaz, plaza del Clavo y Tornería. Es uno de los tramos del itinerario más atractivos para el público y por si fuera poco, es zona de bares. Cuando la Virgen de la Merced baja Tornería en dirección a Rafael Rivero ya es de noche. Hay gente que se dispersa, pero la zona sigue bastante animada. Unos veinte minutos después del paso de la procesión, a algunas de las personas que han quedado por allí le sorprende la actitud de “un chino” que se arrima más de la cuenta a unas menores de no más de catorce años.
Aparentemente se encuentra bajo los efectos del alcohol. De hecho, un acompañante de su misma nacionalidad le anima a retirarse del lugar quizá para evitar que se meta en algún lío. Junto a ellos va un tercero, pero ya de rasgos occidentales.
Testigos presenciales aseguran que, “de buenas a primeras”, el invididuo se abalanza hacia un grupo de viandantes y toma en brazos a una niña. Es un instante fugaz, porque “tan rápido como la cogió la soltó”, pero agónico para la familia.
En esos pocos segundos hay gritos y algún empujón que otro, pero la menor vuelve con sus padres. En medio de la confusión, “el chino” abandona el lugar y marcha camino de la Alameda del Banco, a unos pocos metros del lugar en el que se habían producido los hechos. Pelo corto, bajito, anchote..., y vestido de negro, camiseta negra con letras blancas y pantalón negro.
Los padres han presentado denuncia y la Policía investiga los hechos desde el lunes. Los primeros indicios serios consideran que tildar de secuestro lo ocurrido es de momento atrevido y, como mucho, concluyen que podríamos estar ante una tentativa de detención ilegal.
El susto fue mayúsculo, pero las declaraciones de los testigos presenciales difieren sustancialmente de las medias verdades que se propagaron por las redes sociales para desconcierto de miles de jerezanos.
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