Un total de 200 alumnos han participado a lo largo del mes de agosto en los distintos talleres que conforman el programa del Museo Aqueológico !Un verano de museo!, una iniciativa que ofrece actividades culturales y educativas dirigidas a niños de 8 a 12 años de edad, y cuya cuarta edición ha concluido hoy jueves.
Esta iniciativa, que se celebra en agosto en horario de 11 a 13.30 horas, tiene como objetivo promover entre los más pequeños el conocimiento y difusión del patrimonio histórico artístico de la ciudad, a través de talleres didácticos con actividades novedosas, amenas y divertidas.
En cada edición, el Museo Arqueológico apuesta por renovar sus contenidos y, en este año, de los tres talleres que se han impartido dos son de temáticas nuevas respecto a las impartidas el pasado año. Concretamente, los talleres se han centrado en el trabajo de restauración y conservación, elementos de decoración utilizados en el mundo medieval islámico y nociones de belleza en la antigua Roma.
La presente edición dio comienzo el pasado día 2 con el taller Reconstruyendo el pasado: voy a restaurar por un día, que ha sido una de las novedades de este año, y en el que los participantes han aprendido, junto a la restauradora del museo, las técnicas que utilizan los especialistas para conservar las piezas arqueológicas. En la parte práctica, los alumnos han realizado trabajos de restauración sobre reproducciones de piezas cuyos originales se exponen en las vitrinas del museo y han tenido ocasión de conocer el laboratorio de restauración. Este taller se impartió también los días 9, 16, y 23 de agosto.
El segundo taller ha sido el denominado Ponerse guapo/a en la antigua Roma, que ha sido novedad también respecto al año pasado, y que ha tenido lugar los días 10 y 12; en él los alumnos han aprendido distintos trucos de belleza que se empleaban en la Roma de hace 2000 años.
Por último, en el tercer taller titulado En barro y yeso, celebrado los días 4, 11, 18 y hoy día 25, los participantes han tenido la oportunidad de conocer las decoraciones que se usaban durante la Edad Media islámica, centrándose en especial en dos materiales concretos, la cerámica, concretamente la decorada en verde y manganeso de los siglos X y XI, y las yeserías que adornaban las paredes y cúpulas de muchos edificios medievales.
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