El jardín de Bomarzo

Esa mirada es

Los alcaldes de Sevilla, Córdoba, Granada (PSOE) y Málaga (PP) se han unido para crear un eje de colaboración de cara a la promoción en destinos lejanos

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  • EL JARDÍN DE BOMARZO. -

"Más perdido que el barco del arroz", frase popular gaditana ante la hambruna tras la Guerra Civil en una población que esperaba la llegada a su puerto de un mítico barco cargado de alimentos, como arroz y carne. Nunca llegó.

Los alcaldes de Sevilla, Córdoba, Granada (PSOE) y Málaga (PP) se han unido en la firma de un convenio para crear un eje de colaboración de cara a la promoción turística de estas ciudades en destinos lejanos como el Norte de América, China, Corea, India, Golfo Pérsico... Allí estas ciudades acudirán juntas en la idea de ensalzar sus patrimonios histórico y cultural, gastronomía, playas. De entrada, bien porque, además, sabemos otra cosa: la Andalucía pobre y excluida sin eje está en Huelva, Jaén, Cádiz y Almería, cuyos patrimonios no están a la altura del altivo eje:persona o elemento que se considera el centro de algo y alrededor del cual gira todo lo demás...Cada ayuntamiento aportará 18.000 euros para sumar 72.000, que es la misma cantidad que pondrá la Junta a través de su Consejería de Turismo en la ilusión de que el eje inicie un largo y próspero recorrido hacia el infinito y más allá.

De entrada, dos cosas más: el eje era una promoción privada para unir Sevilla y Málaga a la que se apuntó Juan Espadas, alcalde de Sevilla, que quería aprovechar el tirón y turismo de Málaga para pasearlo por calle Betis y entorno dado que la Costa del Sol es, con diferencia, el punto de aterrizaje más importante de Andalucía; no contaba con que a su eje inicial previsto a solas con Málaga le saldrían dos chupones como son Córdoba y Granada. Y otra: es lícito y razonable que ciudades, las que quieran, se unan entre sí para acometer promociones conjuntas, pero es un error de bulto que la Junta, que nos cubre a todos, apoye iniciativas que excluyen a cuatro provincias tan andaluzas, patrimoniales, turísticas y necesitadas como son, por lo visto, las pobres del sur; los secretarios provinciales del PSOE de tres de ellas están muy molestos con la idea, como son Paco Reyes (Jaén), Ignacio Caraballo (Huelva) e Irene García (Cádiz). En Almería, en cambio, andan habituados a quedarse fuera de todo eje y es por ello que cada día se sienten más murcianos.

Soy de Cádiz. La Diputación presentó este jueves la exposición sobre su campaña Soy de Cádiz, que a través de 21 gaditanos ilustres, como Oneto, Padilla, Alejandro Sanz o el cocinero Ángel León, pretende animar la unión a través del orgullo de ser, precisamente, gaditano y el hecho de que siempre es posible alcanzar un sueño, tal y como lo han hecho ellos -idea original y meritoria del periodista Fernando Pérez Monguió, de la SER-. Cádiz está dividida en grandes núcleos poblacionales como son Jerez y campiña, Bahía o Campo de Gibraltar, ante lo cual es una provincia dispersa sin un sentir único como sucede en otras, de hecho las trifulcas territoriales han sido el pan nuestro de cada día: entre Sanlúcar y Jerez, Jerez y Cádiz y el Campo de Gibraltar, que hasta hace bien poco luchaba por ser la novena provincia andaluza, frente a todos, casi todos contra todos. Nunca ha existido unión provincial. Esto es Cádiz, a lo que se añaden los peores índices de desempleo, pero también otras muchas cosas.

Ofrece un enorme patrimonio cultural y gastronómico, turístico y, cómo no, playas, incluso mejores que las de Sevilla; lo sabe bien su alcalde, que se viene cada año a Rota, sin eje. Son tantos los que se pierden por sus orillas, ávidas de cotillear conversaciones, que enumerarlos sería interminable, desde los rincones ocultos de la Jara donde el Gualdalquivir, Doñana al fondo, se funde a mar, hasta los embarcaderos en Sotogrande. Cuenta hasta con un viento propio y cómplice como el levante, que azota y limpia. A las noches culturales de Jerez, donde el flamenco nace y florece y cuyo eco suena hasta en Japón, se le puede añadir un paseo por los cada día más numerosos tabancos con vinos de la tierra; finos, olorosos, amontillados, palos cortados, patrimonio gastronómico único de la ciudad que ahora se quiere hermanar con Reims (Francia) -una de las mayores productoras de champagne del mundo-. Sanlúcar, carreras de caballos en agosto, despachos de manzanilla en rama, el coto y, cómo no, una de las mejores gastronomías del país -Bigote, otra vez, mejor restaurante de la provincia este año-; Herrera despidió temporada en Cope este pasado viernes desde La Guita, bodega cuya manzanilla en Sanlúcar no se consume porque dicen allí es de Jerez y, además, peor que cualquiera de las suyas... -en Jerez advierten que los langostinos del Guadalete son más grandes (já)-.

Rota es un lujo, lo sabe un cada día más acaudalado turismo, integrado entre roteños y los muchos americanos que circulan tras el asentamiento de los buques antimisiles, playas salvajes de atardeceres únicos como Punta Candor -corrales, Buda...-. El Puerto ofrece gastronomía y un verano donde la diversidad de conciertos y la temporada taurina hacen que el turismo de élite esparcido por la provincia se reúna en sus tardes.

Tanto en Puerto Real como en La Isla, San Fernando, hay rincones ocultos donde la gastronomía puede llegar alcanzar niveles descomunales; Chiclana, La Barrosa, donde medio mundo madrileño clava sombrillas, es todo un reclamo y de por sí es un destino turístico único. De Conil a Vejer, cualquier sitio, playas soberbias, rincones increíbles para perderse en tardes de esas que parecen que el sol se niega a dejar de iluminar este suelo; de ellas, El Palmar, comer en La Castillería en Vejer si se logra mesa y, si no, visitar la cascada natural al final del camino, en la venta Pinto o, cómo no, atún en El Campero, que está en Barbate, donde la naturaleza trazó los más soberbios paisajes naturales. Caños de Meca, Zahora, y Zahara de los Atunes, donde en agosto se concentra la mitad del barrio de Salamanca.

Si sigues, Bolonia. Su visita tiene todo un día con una de las más espectaculares rutas, primero a las ruinas romanas de Baelo Claudia, con museo incluido gratis, para rematar en visita a las piscinas naturales de aguas trasparentes, espumosas y bravas del cruce entre dos mares, Marruecos en el horizonte. Todo en Tarifa, viento, deportes de mar y un turismo único y otro punto de reclamo mundial; el Campo de Gibraltar, el Peñón, San Roque, turismo de alta escuela en Sotogrande, donde la otra mitad del barrio de Salamanca, el más rico. DesdeAlgeciras y a un paseo corto en ferry, África cruzando el Estrecho, donde el turismo en el seguimiento de cetáceos es cada día mayor: expertos localizan orcas que persiguen atunes, delfines mientras se visualiza la dorada costa marroquí, a un lado, o Palmones, en Los Barrios, otro lugar idílico para el buen yantar.

En la sierra son muchos los rincones perfectos, pequeños, montaña, como AlcaláMedina,Arcos, detenerse en el lago. AlgarVillaluengaPrado o Ubrique completan una oferta de montaña para una provincia que, aún sin estar en el eje, lo tiene todo. Incluso historia milenaria, de hecho desde Gadir, origen que da nombre a su capital, Cádiz, partió Aníbal para la conquista de Italia y quién sabe si en sus alforjas no arrimó algún pito carnavalero. Conquistada por bizantinos, reconquistada por visigodos, conquistada por las tropas de Tariq ibn Ziyad en la batalla del Guadalete. De sus puertos partió Colón o Cabeza de Vaca y fue sede de la primera constitución española. Por todo esto y por muchas cosas más cuando fuera de sus fronteras se pronuncia la palabra Cádiz es fácil identificar ese destello en mirada ajena ante el recuerdo de algún momento mágico vivido. Esa mirada es. El brillo de luz que resulta de la mezcla del vino, poesía de la tierra, de un roto por quejío flamenco en un paisaje único.

Estado. Pero ser de Cádiz es, además, asumir quedarse fuera de los ejes. De unos y de otros, no es grave porque nos ejecutamos solos... Ejemplo: el Gobierno destinó para la provincia en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2016 un total de 588 millones de euros de inversiones, según presentó en su día la diputada nacional Teófila Martínez (PP). 401 millones en Fomento: 80 para carreteras, 6,3 para la mejora del acceso al puerto de Algeciras, 13,7 en mantenimiento de la red de carreteras e 1,2 para poder licitar el próximo año el desdoble de la A-48 entre Algeciras y Tarifa. Además, de los 74,2 destinados a ferrocarriles, 56 para la Algeciras-Bobadilla -que pasadas las elecciones vuelve a la carpeta de promesas electorales eternas-, 27 en alta velocidad y 3 al ramal de La Cabezuela. Otras inversiones previstas eran la antigua Iglesia San Agustín de Medina, Casa Palacio de los Rivera en Bornos, Iglesia Santo Ángel de Cádiz, Palacio Castillo de Luna en Rota y la Cartuja de Jerez, más otros 34 millones para Industria y Turismo, 7 para agricultura, 9 para Las Aletas, 58 para Zona Franca y 16 para el SEPI.

Pero el BOE del pasado sábado, 14 de julio, advierte que para el ejercicio de 2016 "se adelantan los plazos de tramitación de las operaciones ante la necesidad de hacer efectivos los compromisos adquiridos con la Comisión Europea para asegurar los cumplimientos de los objetivos de estabilidad presupuestaria...", lo que viene a significar que todo lo presupuestado que a esta fecha no se haya licitado no podrá realizarse en el presente curso. Lo normal es que el ejercicio se cierre en diciembre y no a 29 de julio, como es el caso; ninguna, salvo mayúscula sorpresa, de las acciones previstas ha debido ser licitada, ante lo cual la provincia podría cerrar otro año en blanco en cuanto a inversiones del Estado. Es, también, lo que tiene ser de Cádiz.

Bomarzo

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