En Jerez hay 38.000 perros censados, una población canina extensa que va a más y que desde hace años está en boca de todos, especialmente a los que le toca sortear sus heces caminando por la vía pública por culpa de sus dueños. Este problema no existe únicamente en Jerez, se da en muchas ciudades del mapa, pero lo que sí puede decirse a estas alturas es que a día de hoy ni las iniciativas de sensibilización, ni las ordenanzas endureciendo el pago de sanciones hasta los 500 euros por no recoger los excrementos de las mascotas impulsadas desde el Ayuntamiento de Jerez, han tenido efecto.
El undécimo intento llega de la mano del delegado de Medio Ambiente, José Antonio Díaz, en una campaña informativa que a priori no tiene nada que ver con las anteriores y se engloba en un paquete de actuaciones novedosas hasta ahora: El sistema para identificar a través del ADN los restos de excrementos para localizar al dueño de la mascota que no los retira de la calle, evitar el maltrato animal con la gestión de la perrera a través de ONGs y la construcción de ocho zonas de esparcimiento canino (pipican) que se sumarán a las tres ya existentes.
Díaz está lanzado y no piensa dejar ningún cabo suelto para que los propietarios de mascotas “incívicos” tengan claro que “se enfrentan a multas si no respetan el espacio común de los demás al dejar las heces de sus perros en la calle”. Así se lo hizo ver a una veintena de colectivos entre asociaciones vecinales y de comerciantes, Ecologistas en Acción y técnicos municipales de Medio Ambiente para explicar las claves de la próxima campaña de concienciación que están ultimando.
Los vecinos, entre el escepticismo y la implicación
Los vecinos están decididos a poner de su parte en lo que a ellos les corresponda en la pretensión del Ayuntamiento de concienciar a los propietarios de perros para que recojan las heces de sus mascotas. Están más implicados que nunca y reivindican más protagonismo, pero en la reunión se puso de manifiesto el escepticismo de muchos de ellos ante lo que pueda pasar después de la experiencia de las últimas campañas. También hay algunas lagunas que entienden que deben solventarse: reclaman más control y más personal humano para vigilar los barrios, (entre vigilantes medioambientales y trabajadores del Ayuntamiento) dado que entienden que la presencia policial es insuficiente; también piden al 092 que cuando se alerte de una conducta repetida por parte de un propietario de mascota, el 092 no identifique a la asociación vecinal como los denunciantes. Tampoco tienen claro que todos los dueños de perros vayan aprestarse voluntariamente a llevar a sus perros para tomarle las huellas (cuesta 16 euros) como pretende Díaz.
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