Con 48 horas de huelga a sus espaldas, en la residencia de mayores Suite La Marquesa que gestiona Geriátricos Urbanos desde su apertura en 2008 aguardan impacientes la reunión que la empresa Vitalia, que pretende hacerse con el servicio, celebra en Madrid para tratar de desbloquear el conflicto. Mientras tanto, la limpieza y el descontrol es palpable ya en las dependencias de “lujo” que hace siete años abrieron sus puertas vendiéndose como la panacea para el confort y el descanso de los mayores. Unos usuarios, más de 200, que empiezan a mover ficha a través de sus familiares para pedir su traslados cansados de los problemas que acusa esta residencia, que tiene concierto con la Junta, y donde la plantilla ha iniciado paros por las seis nóminas que les deben.
“Algunos abuelos nos están diciendo que se quieren ir”, reconoce una trabajadora, que todavía no sabe cómo la noche anterior pudieron hacer todas las camas de los ancianos. “Es inhumano lo que nos está pasando, pero los abuelos están bien atendidos, hoy ha estado aquí la inspección”. Los familiares de los usuarios son conscientes del sobreesfuerzo que hacen los servicios mínimos, pero también denuncian la “crispación” permanente en este centro. “No hay derecho a lo que están pasando. Las instalaciones son buenísimas, el personal merece la pena pero esto no puede estar peor gestionado.Aquí falta personal todo el año, están sin cobrar, ¿cómo puede ser esto?. La mitad de los residentes paga 1.200 euros al mes. ¿Dónde va el dinero?”, se queja la hija de una residente. Han demandado a la empressa. Aseguran que no son los únicos.
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