A Samuel y Domingo, los agentes de la Policía Nacional que el pasado martes rescataron a dos hermanos de 5 y 6 años que estaban solos en su casa cuando se produjo un grave incendio, les costará olvidar un episodio que pudo acabar en tragedia y que ahora tiene un final feliz. El desenlace se debe, en buena parte, a su actuación, que ayer fue reconocida vía twitter por el propio director general de la Policía, Ignacio Cosidó, a la intervención de los bomberos, y a la entrega que demostraron los vecinos de las unifamiliares cercanas de la calle Soto y Molina (Urbanización Las Quintas). Desesperados, de el primer momento alertaron de que había niños dentro de la casa. “No era una sospecha. Desde la primera llamada se insistió en que había niños, que los habían escuchado”, relató ayer a este periódico Samuel, uno de los héroes de la jornada.
Por eso su misión y la de su compañero a partir del primer segundo que consiguieron derribar la puerta de la casa con la ayuda de una maza que les facilitó los bomberos fue ir en búsqueda de los pequeños. “Lo que queríamos era buscar a los críos. Cuando conseguimos entrar y nos asomamos a un patio interior de la cocina los vimos en una habitación de arriba; no era una azotea, sino una especie de lavadero. Se asomaron y les dijimos que no se movieran, que se quedaran allí”.
“Nunca olvidaré esa imagen”
En estos casos, hay que hablar de “suerte”, ya que la puerta de acceso a dicho lavadero no estaba cerrada con llave “sino los niños no lo cuentan, porque estaba tan solo a cinco peldaños y el humo en la casa era muy denso, las cortinas de humo se veían desde lejos”. Pese a su corta edad, también ellos son los héroes de esta historia. “Si tiran para su cuarto o intentan salir de la casa con todo el humo la cosa hubiera cambiado, pero en cambio optaron por ir a ese lavadero y estuvieran allí esperando”. Ni a Domingo, padre de dos hijos, ni a Samuel se les borrará la imagen que vieron al abrir:
“Los dos estaban tiznados de negro y muy nerviosos; al primero que vieron fue a mi compañero y se abrazaron a él como si fuera su padre y se pusieron a llorar. La imagen de los niños abrazados a mi compañero no se me olvidará en la vida. Además, él tiene dos hijos de esa edad y se le saltaron las lágrimas cuando le abrazaron porque los veía reflejados en ellos”. Habían inhalado humo, pero estaban fuera de peligro. Los bomberos les pusieron máscaras de oxígeno durante un cuarto de hora hasta que los sacaron de la vivienda . Ya fuera fueron asistidos por los servicios sanitarios hasta su traslado al hospital.
Ayer al mediodía los agentes detallaron su intervención a los medios. Apenas habían dormido tres horas. Como reconocía Samuel, servicios como los que tuvieron que atender el martes son lo que más les “llena” y “lo mejor” de su trabajo. Ellos también corrieron peligro, pero admiten que hasta por la noche no repararon en nada. “Tú eso no lo piensas en el momento, pero es verdad que cuando lo piensas en frío y cuando ya ha acabado todo se te pone hasta mal cuerpo”.
En cualquier caso, desde la Policía Nacional ya han confirmado que han abierto una investigación para determinar el origen del incendio y las razones por las que estos menores estaban solos en la vivienda cuando se produjo el fuego. Unas diligencias de las que se ha dado traslado a la Fiscalía de Menors y al Juzgado de Guardia.
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