Jerez

María Adánez regresa a las tablas del Teatro Villamarta

La actriz lidera el reparto de ‘Insolación’, que se representa este sábado a las 20,30 horas

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María Adánez inaugura mañana sábado la temporada de teatro 2015 en el Teatro Villamarta con la representación de la obra de Emilia Pardo Bazán, Insolación, bajo la dirección de Luis Luque, y acompañada sobre el escenario del actor jerezano José manuel Poga, Pepa Rus y Chema León.
No es la primera ocasión en la que Adánez pisa las tablas del Villamarta. Ya lo hizo con motivo de las representaciones de Salomé, el drama de Oscar Wilde, y La señorita Julia, de August Strindberg; en ambos casos con una elevada carga erótica que no fue bien recibida por parte del público jerezano más conservador.
En esta ocasión, Adánez vuelve a arriesgar con una obra que fue considerada “pornográfica” por parte de la crítica cuando vio la luz en su momento, aunque hay que advertir que Emilia Pardo Bazán “no solo escribió una fenomenal historia de amor, sino una acendrada defensa del derecho a elegir de las mujeres”, como defiende Pedro Villora, autor de esta nueva versión teatral.
Lo hace en la persona de Francisca de Asís Taboada, a la que da vida Adánez, marquesa viuda de Andrade, gallega como la propia autora y afincada en un Madrid de final de siglo donde las tradiciones y el conservadurismo de la aristocracia y la alta burguesía generan un clima asfixiante que constriñe los deseos e ilusiones de una dama todavía joven y atractiva que, de repente, asumirá la capacidad de pensar y decidir por su cuenta. Allí conoce a Diego Pacheco, un muchacho de buena sociedad con fama de conquistador, por el que se deja requebrar  más allá de lo aceptable, se plantea lo incorrecto de su proceder, se dispone a abandonar un comportamiento inconveniente regresando a su apacible y querida Galicia, y finalmente decide dejar de plegarse a la moral sexual de su entorno y no ya entregarse sin miedo al placer, sino capitanear la relación admitiendo que uno debe intentar ser protagonista de su propia historia.
Según Luis Luque, director del montaje, Insolación “nos habla del encuentro de dos latitudes españolas, el norte y el sur, como metáfora de las clases sociales imperantes en la España de finales del siglo diecinueve. La clase aristocrática y sus estrictas leyes sociales frente a la España más popular con una moralidad menos asfixiante y más libre. La autora presenta el encuentro entre la gallega marquesa de Andrade y el apuesto gaditano Pacheco que viene a romper la pacífica y acomodada vida de la marquesa. Lo interesante que muestra la autora en esta novela que ahora llevamos a su versión para la escena no es la lucha de estas dos personalidades sino su encuentro, no es un mensaje segregador, al contrario, unifica y nos hace intuir que la separación entre clases en la España del XIX empieza poco a poco a transformarse”.   

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