Los vecinos de la plaza Cocheras denunciaron ayer la existencia de una plaga de pulgas en su zona y ocasionada por una manada de gatos callejeros instalada en un edificio en ruinas “que se ha convertido en un foco de infección e insalubridad”, según exponen en un escrito.
Los afectados aluden a que los problemas se remontan a hace un año, aunque fue en mayo pasado cuando presentaron una denuncia formal ante la Delegación de Medio Ambiente, por el aumento del número de gatos. Según cuentan los vecinos, los “trabajadores” de Medio Ambiente les explicaron que no podían actuar sobre una propiedad privada y que no les “dejaron claro” si iban a actuar contra la plaga de pulgas. Los afectados critican que el problema persiste, acrecentado por la aparición de gatos muertos y un olor muy desagradable, y que la fumigación “sigue pendiente”, pero la delegada de Medio Ambiente, Felisa Rosado, aseguraba ayer a este periódico que la fumigación se realizó en mayo, tras la presentación de la denuncia, y que incluso se colocaron jaulas atrapagatos. A partir de ahí, asegura no haber vuelto a recibir ninguna otra denuncia por escrito, aunque ha confirmado, a raíz del escrito remitido a este periódico, que hoy mismo enviará a un equipo de la Delegación para que supervise y actúe en la zona.
Críticas
Los vecinos critican que desde Medio Ambiente no se les han dado soluciones inmediatas cuando han ido a trasladar el problema existente.
Sin constancia
Según Medio Ambiente, tras la denuncia presentada en mayo no constaban nuevos escritos, de ahí que no se haya vuelto a actuar hasta ahora.
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