La juez titular del Juzgado de Violencia de Género en Jerez, Graciela González, ha citado para los próximos martes y miércoles a declarar a los agentes de la Policía que acudieron al domicilio conyugal de Raquel Barrera y su marido José A. C. una vez consumados los hechos. Según informan fuentes del caso a este periódico, se trata de los funcionarios del 092 que se trasladaron a la vivienda de la calle Garganta de Buitreras, en el entorno del Club Nazaret, cuando el presunto homicida dio aviso de lo ocurrido -hasta ahora ha sido la única declaración que ha realizado- así como los compañeros que hicieron el atestado y los efectivos de la Policía Científica encargados de la inspección ocular y de tomar las huellas en el lugar de los hechos.
Las pruebas testificales suponen el inicio de una instrucción del último caso mortal de violencia machista en Jerez ocurrido el pasado 6 de abril. Un proceso que, a priori, se presenta corto, ya que a la espera de los testimonios y sobre todo del informe definitivo del forense, no hay demasiados interrogantes que aclarar, puesto que el acusado reconoció los hechos desde el primer momento. No obstante, al igual que la Fiscalía, la acusación particular, que representa a los padres y al hijo de Raquel, está a la espera de los resultados de dicho informe para calificar los hechos como asesinato u homicidio, atendiendo a si se observan signos de defensa por parte de la víctima u otros indicios que indiquen que se pudo defender o no en la agresión y si hubo alevosía. En este sentido, indican las mismas fuentes, se prevé que el escrito detallado de la autopsia se conozca en un mes, mientras que los análisis realizados al imputado ya descartaron que hubiera tomado drogas.
Junto con los policías, en las próximas semanas pasarán por el juzgado más personas para declarar propuestas por las partes sobre un suceso en el que no hay testigos presenciales. Sólo Raquel y su marido supieron cómo ocurrieron los hechos. Ella ya no lo podrá contar y el presunto homicida sigue sin dar su versión de lo sucedido.
Eso sí, los últimos que, junto con su marido, la vieron con vida esa noche fueron dos parejas amigas del matrimonio con las que cenaron fuera horas antes del trágico desenlace. Sus relatos podrían aportar datos a la investigación en tanto si vieron algún comportamiento extraño en J.A.C, o algunas discusión en una pareja que, de puertas para fuera, eran un matrimonio normal tras llevar media vida juntos, de ahí la conmoción que ha supuesto este suceso, ante el desconocimiento de un mínimo antecedente que hiciese presagiar este final.
Sin problemas económicos
Aunque tanto la víctima como su el acusado estaban en paro, no atravesaban problemas económicos que pudieran haber influido en este episodio. Fuentes del caso han descartado que la pareja llegara por separado a su domicilio esa madrugada tras salir a cenar esa noche con unos amigos, que fue la versión que se dio en un primer momento por parte de los investigadores, apuntando a que la fallecida lo hizo más tarde que el presunto homicida. “Los dos regresaron a casa juntos”, sentenciaron.
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