La película de Carmona Otero que Ondaluz Jerez, en su programa Luz de Pasión, emitía el pasado viernes, Viernes de Dolores, nos retrotraía al año 1985. Treinta hermandades procesionaban entonces por Jerez. No había Sábado de Pasión, no había siquiera agrupaciones parroquiales o agrupaciones de fieles. Era una Semana Santa menos dimensionada que la actual y, por ello, cuando leo en El Cofrade de Publicaciones del Sur los horarios e itinerarios del Martes Santo, con la Humildad y Paciencia saliendo de la Santísima Trinidad y estrenando Carrera Oficial o con La Clemencia trayendo los sentimientos de un barrio grande como es el Polígono San Benito, recuerdo aquellas tranquilas tardes del Martes Santo cuando uno se iba a Capuchinos a ver salir al Cristo de la Defensión y, posteriormente, se ubicaba en Porvera, a la altura de Chanchillería y veía el tránsito de la Hermandad del Cristo del Amor, sin el paso del Nazareno Cautivo, y en el mismo sitio veía llegar a los Judíos de San Mateo. Ahí, si uno no tenía ganas de más marcha, se acababa el Martes Santo. Era de los días más tranquilos de aquella Semana Santa de treinta cofradías, porque t el Miércoles tenía tres cortejos -hablo de cuando Santa Marta y La Piedad procesionaban el Sábado Santo- pero era imposible verlos a los tres en un mismo sitio.
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