La Hermandad del Rocío de Jerez protagonizó ayer una insólita presentación ante la Blanca Paloma, ya que por primera vez ese acto protocolario ante la Matriz de Almonte no implicaba también el final del camino, ya que la comitiva se hizo presente en la aldea a última hora del viernes. Este adelanto vino motivado por los cambios que debieron introducirse en el último tramo del camino. Como ya se había anunciado, las hermandades de la provincia únicamente pudieron llegar al Palacio de Doñana, toda vez que a partir de ahí fueron desviadas por la carretera de los linces ante el mal estado en el que se encontraba el terreno que les separaba de la aldea de El Rocío.
A continuación, tanto Jerez como el resto de hermandades de la provincia caminaron en paralelo a la carretera de Matalascañas. No obstante, Jerez trató de pasar la última noche del camino en Doñana, pero el Plan Romero no lo autorizó, llegando a la aldea ya en la madrugada del sábado. De este modo, la hermandad con sede en Santo Domingo hizo lo que normalmente hacen el resto de filiales, esto es, pernoctar en la aldea en la noche previa a la presentación del sábado.
Esta vez el Simpecado esperó en la capilla de la casa de la calle Almonte a que llegara el turno de presentarse ante la Santísima Virgen. No obstante, la Hermandad de Jerez quiso mantener la tradición de incorporarse a la comitiva accediendo previamente por las calles Bellavista y Muñoz y Pabón, donde como es sabido se reúnen año tras año cientos de jerezanos. La comitiva se puso en marcha a mediodía para que el Simpecado recibiera las sevillanas y vítores de los jerezanos en ese enclave tan singular de la aldea y ya posteriormente se incorporó a la prolongada procesión de filiales para terminar postrándose ante la Blanca Paloma al filo de las tres y media de la tarde.
La Hermandad de Jerez vivirá hoy domingo otro de los momentos grandes de la romería, el que le lleva a celebrar su eucaristía ante la Virgen del Rocío, en el interior del santuario. Y ya a partir de ahí únicamente quedará esperar a que la Blanca Paloma devuelva visita al Simpecado en la mañana del lunes.
El camino ha estado marcado de manera indudable por las adversas condiciones climatológicas, que ya en las jornadas previas a la salida desde Santo Domingo habían provocado la presencia de importantes bolsas de agua en distintos parajes de Doñana que llevaban a pensar en la necesidad de modificar algunos tramos del itinerario previsto, tal y como ha ocurrido.
La Hermandad de Jerez celebró la Misa de Romeros en Santo Domingo a primera hora del miércoles, deparando a continuación la lluvia una imagen casi inédita, al abandonar el Simpecado el templo escoltado por decenas de paragüas. El camino hacia Sanlúcar se hizo especialmente duro, arreciando la lluvia en varios momentos de la jornada. De hecho, la comitiva embarcó en Bajo de Guía bajo un notable aguacero.
Ya en Doñana fue necesario improvisar trazados alternativos en distintos momentos, siempre bajo la coordinación del Plan Romero, que este año ha jugado un papel muy importante dadas las adversas condiciones climatológicas. De hecho, rara ha sido la hermandad que no ha visto modificados sus itinerarios habituales. Jerez, obviamente, no ha sido una excepción.
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