Cuando se habla de comercio electrónico existen un sinnúmero de variables que pueden analizarse para efectos de entender cómo funciona y qué posibilidades de crecimiento presenta. La evolución de este sistema de comercialización ha sido tan extremo que pocos creerían que recién en 1981 se comenzó con las primeras ventas en línea gracias a la iniciativa de una compañía de viajes y que recién en 1991 se autorizó por parte de la Fundación Nacional de Ciencias (National Science Fundation) el uso de Internet para fines comerciales. Es así como en escasos años ya se ha conseguido canalizar el 5,9% de la facturación comercial mundial a través de este medio, llegando en 2014 a nada menos que 22 billones de dólares en ventas. De manera sorprendente, durante el 2015 solo en España se estima se vendieron cerca de 10,81 billones de euros, por lo que el crecimiento del comercio electrónico de seguro superará las previsiones de los expertos a nivel global.
La velocidad con que han crecido las ventas en línea y la necesidad constante de enviar productos a domicilio ha vuelto imprescindible el contar con un embalado efectivo, económico y seguro, pues en la actualidad de ello depende la mayoría de las veces el que un comprador vuelva a realizar una compra, evita la devolución de productos en mal estado y mejora la experiencia de los consumidores. Por lo anterior, la venta de cajas de cartón baratas no solo ha aumentado, sino también ha incentivado la innovación de un producto que es fundamental en el aumento exponencial del comercio electrónico al ser responsable de proteger, guardar, almacenar y enviar lo que se ofrece al consumidor.
Parte de la magia del comercio electrónico, y secreto de su éxito, está en que cambió la forma de llegar a los consumidores al superar la barrera de invitarlos a conocer un local físico en que habitualmente se comercializaban productos. A través del e-commerce se reemplazaron los escaparates por tiendas virtuales donde no se necesitaba contar con un stock físico en una tienda, sino solamente el contar con la posibilidad de despachar a un determinado punto a través de un buen servicio de reparto, por dar un ejemplo. Bajo la premisa de existir siempre necesidades que satisfacer, los comerciantes ofrecen soluciones concretas a través de medios digitales de uso recurrente como son los teléfonos móviles, tabletas y ordenadores, experiencia que se complementa a través de un sistema de compra en línea que no requiere más que un par de minutos para concretar una compra.
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