Pues parece que da igual que los jienenses salgan a la calle, que protesten por la falta de inversiones de las administraciones o que pidan más participación en los futuros proyectos de la ciudad. Da igual que la sociedad esté harta y se organice en plataformas, asociaciones o cuantas fórmulas imaginemos para decir ¡basta ya! Al otro lado nadie escucha. Mientras la cúpula de la sanidad hospitalaria jienense explicaba a los medios y a la opinión pública la ‘Operación latiguillo’, atajando la crisis de las roturas de las tuberías y negando problemas estructurales en el Complejo Hospitalario de Jaén, que por mucho eufemismo que usemos no deja de ser un Hospital repartido en tres edificios (lo más complejo son sus nombre) la cúpula de la sanidad andaluza anunciaba un nuevo hospital en Málaga con una inversión de 230 millones de euros y 800 camas. Bien por Málaga nuevamente, pero Jaén también necesita su Ciudad Sanitaria, entre otras muchas cosas, que ya cansa repetir una y otra vez. La crisis sin duda va por barrios y es más ética y moral que económica. Sin embargo, habrá que seguir insistiendo, habrá que hablar más fuerte, de forma más unívoca. Tal vez aún no lo entiendan, pero Jaén ya no acepta migajas. Nos la seguirán dando, pero, poco a poco, nos sentaremos en la mesa del festín, aunque sea a codazos.
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