Son cada vez más los perfiles de redes sociales y de plataformas que se llenan de fotografías y denuncias, que aunque en el fondo pudieran albergar alguna razón, quedan totalmente desacreditadas (no todo lo que debieran) al tratarse de imágenes sacadas de contexto que se colocan en los perfiles como si fueran del día y no lo son. Por poner algunos ejemplos recientes está el caso de la perrera municipal con fotos que no son actuales o de mimos que representan a personajes de películas como fue el caso de Eduardo Manostijeras (que desafortunadamente reproducimos en estas páginas) y que su autora afirmaba que estaba tomada en Carnaval denunciando la poda agresiva (no menos desafortunada) realizada en distintas zonas de la ciudad. Nada más lejos de la realidad, era de la Feria de San Lucas. En cuanto a qué mueve a sus autores a tratar de engañar, mentir y generar polémica, hay dos posibilidades: que quienes actúan lo hacen de muy mala fe, algo que los administradores de las páginas deberían evitar, o que han sido víctimas también del engaño. Sea como fuere, el uso de las redes se nos está escapando de las manos a todos y está generando una realidad paralela que hay que señalar, atajar y denunciar. Y los medios de comunicación no podemos ser ni cómplices ni avivar un fuego que, poco a poco, no está destruyendo.
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