Editorial Jaén

Deontología periodística

Hace tiempo que los medios sepultamos la ética profesional bajo montones de estiércol informativo

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El suceso destapado el miércoles a última hora de la tarde por Radio Úbeda (Multimedia Jienense) sobre la presunta agresión sexual a un menor de nueve años por cuatro compañeros de su colegio, con todo el rigor y ética periodística que se merece cualquier suceso, y mucho más cuando de menores se trata, y posterior tratamiento amarillo y tripero de algunos medios, debería hacer reflexionar doblemente a la sociedad. Primero, lógicamente, por lo preocupante del acto y por la reiteración de estas agresiones en los últimos años; y segundo, por el papel que deben de jugar los medios de comunicación en el tratamiento ético de la información. De poco sirvió la prudencia de Radio Úbeda tratando de ocultar la localidad y ampliando el hecho a la comarca de Cazorla, ya que de lo contrario, al tratarse de un pequeño pueblo rural, la identificación del colegio, y por consiguiente, de los niños y su entorno familiar, sería como un gran luminoso en mitad de la noche donde se leyera ‘carnaza, aquí’. Sin embargo, poco tardaron la mayoría de los medios en dar con la localidad, en adjetivar sin pudor el suceso, en teñirlo de amarillo, hasta desvirtuar el fin último de la noticia, que no es ni debe ser otra que informar, denunciar y alertar sobre un hecho presuntamente punible y denigrante. Pero los minutos de gloria escasean y la deontología periodística la sepultamos hace tiempo bajo un montón de estiércol informativo.

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