Terminaba la semana laboral con dos buenas noticias para la ciudad de Jaén, la primera, que el Rey Felipe VI sería el encargado de presidir la inauguración del Museo Ibero el próximo 11 de diciembre, en su primera visita como monarca a la capital; y la segunda, que el Gobierno central aceptaría la petición que la Junta de Andalucía le hiciera sobre la futura ITI ampliándola a toda la provincia, incluida la capital, aunque sin hablar de cuantía económica alguna. Sin duda ambas nuevas son buenas para Jaén, pero lo mejor de todo es que llevan implícitos, como marcado a fuego, el sonrojo y la vergüenza del agravio continuado de las administraciones a esta capital y a esta provincia, que no es fruto más que del adoctrinamiento consentido de un pueblo apocado y abocado al ‘sí, señor’ eterno. El Museo Ibero llega con décadas de retraso, pero de la mano del Rey. Bien. No será mala la difusión para un centro único en el mundo. Y los fondos europeos conocidos como ITI llegarán tras otros cuatro ya concedidos en España. Bien también. Ahora cuesta más esquivarnos, pero, hoy, 4 de diciembre, día de la lucha del pueblo andaluz en la calle, ya no es suficiente poner paños calientes a ese sonrojo culpable. Ahora lo queremos todo. Ahora debemos cogerlo todo, porque es nuestro, de Jaén. Y nos lo deben.
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