A muchos se les va a acabar la bicoca en el Ayuntamiento de Jaén. Por fin, después de décadas y de innumerables anuncios, el equipo de Gobierno, con el alcalde y el concejal de Hacienda, Javier Márquez y Manuel Bonilla, respectivamente, van a coger el toro por los cuernos para realizar una nueva Relación de Puestos de Trabajo (RPT), que no es otra cosa que organizar a la numerosa, desmotivada, en algunos casos, y remolona en otros, plantilla municipal para adaptarla a las necesidades del Ayuntamiento del siglo XXI y no del de finales del XX. Y para ello, la opción ha sido externalizar el proceso para garantizar que no se produzcan injerencias ni ninguneos por parte de la plantilla actual o un proceso interminable hasta que se jubilen muchos de los que están ahora. No ha faltado tiempo para que los sindicatos, todos, pongan el grito en el cielo. Los mismos que llevan años pidiendo la RPT con la boca muy chiquitita, cuando se lo preguntan los medios, pero que lo que realmente quieren es aquello de ‘virgencita, virgencita’. Pues no. Ya está bien de votos comprados que tanto cuestan a la ciudad. El Ayuntamiento necesita optimizar su capital humano y para ello es imprescindible hacer lo antes posible una valoración y relación de puestos. Costará dinero, pero menos que el que provoca la situación actual.
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