Hace años, décadas, porque aquí en Jaén hay que medir las acciones por décadas, que el funcionamiento del autobús urbano es un clamor y no precisamente por su eficiencia. Jaén sigue necesitando que la empresa concesionaria ofrezca un servicio de calidad a los jienenses, como sucede en otras capitales de provincia, algunas de ellas, envidiables, como es el caso de Granada, que por cierto, ya tiene su tranvía en pruebas. Con solo echar un vistazo a la página web del Ayuntamiento o a la de la propia empresa Castillo, el viajero que por ejemplo esté fuera de Jaén y quiera consultar cómo desplazarse de un punto de la ciudad a otro en su próxima estancia, se hará idea de lo que podrá encontrar en vivo y en directo una vez que aterrice en la capital. Sin embargo, la realidad será aún más dura. Hace unas semanas se hizo viral una nota de un ciudadano en la que informaba a los pasajeros del cambio de una línea de autobuses, tras esperar media hora en la parada. El PSOE sigue reclamando una auditoría a la empresa Castillo, no sin razón, porque, como hemos dicho, el servicio es más que deficitario para los usuarios. La llegada de los fondos Dusi (si llegan) y la futura peatonalización de parte del conjunto histórico, debería servir para que Jaén disfrutara de una vez por todas de un servicio de transporte moderno, coordinado con el sistema tranviario, si llega a funcionar algún día.
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