Se acerca la efeméride del Día de la Mujer y los últimos datos del mes de enero ofrecidos por el Servicio Público de Empleo Estatal son vergonzosos para esta provincia, ya que el 64 por ciento de las personas paradas en Jaén son mujeres. Durante la campaña de aceituna y antes, han sido muchas las organizaciones e instituciones que han alertado de que la recogida estaba dejando cada vez más a la mujer fuera de las cuadrillas, principalmente, por la mecanización de las tareas. El problema es que en los últimos años han sido ellas las que se han quedado fuera de los procesos de formación para acceder a esta nueva maquinaria, por lo que las administraciones deben ponerse ya a trabajar conjuntamente de la mano de los ayuntamientos y asociaciones agrarias para articular cursos de formación que no desplacen a las mujeres del campo, sobre todo, si lo que se pretende es fijar la población al medio rural. La leve recuperación del empleo en todo el país (mucho más lenta en la provincia) está provocando que los puestos de trabajo que se creen estén siendo ocupados por hombres, lo que está haciendo la segregación laboral de la mujer más acusada. Ya partía Jaén de una clara diferencia entre el empleo masculino y femenino, pero la situación actual habla por sí sola y es necesario ponerle freno.
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