Recupera de nuevo el Ayuntamiento de Jaén y el alcalde, Javier Márquez, el viejo asunto del traslado de la estación de tren y autobuses a una intermodal en la zona de Vaciacostales, tal y como se proyectó hace años y está recogido en el actual PGOU. Y no es mala cosa, sobre todo teniendo en cuenta la media que las administraciones central y autonómica tardan en ejecutar un proyecto en la capital. El Gobierno central no fue receptivo la pasada Legislatura, a pesar de existir un proyecto ya redactado para su traslado, y ahora con los cambios en la cartera, el alcalde ya ha solicitado una reunión para abordar una infraestructura de calado e importante para la ciudad. Con seguridad volverán a alzarse las voces encontradas de quienes respaldan el traslado y de quienes lo defienden, pero no hay que olvidar que la estación de tren sigue ahogando el crecimiento de la ciudad y la de autobuses metiendo tráfico en el mismo centro, por no hablar de la inyección de pasajeros que supondría para el tranvía, además de abrir la posibilidad de una segunda línea del sistema tranviario, fundamental también para su viabilidad, sin menoscabo de que urge ponerlo en marcha ya. La ciudad necesita dar pasos más allá del papel y sobre todo, no revivir antiguas batallas dialécticas que ya quedaron zanjadas.
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