Camino del siglo de vida, el Real Jaén comienza una nueva etapa, con nuevos consejeros y con el que fuera jugador y exconcejal, Higinio Vilches, como presidente del club blanco. Tras la tempestad veraniega y nuevamente la sombra de la desaparición por la elevada deuda, el nuevo entrenador, Ramón Tejada, deberá sacar a flote un barco que fue a la deriva, por cuestiones extradeportivas, en el presente año, con una plantilla desmotivada, sin cobrar y con un entrenador, Arconada, que demostró su oficio y valía, pero que no pudo hacer nada por salvar una situación anunciada. Jaén, los aficionados al fútbol, seguidores del histórico club, y el entrenador, deben desprenderse ahora de todo ese aura negativo y pensar en formar un equipo conjuntado, que pueda mirar al ascenso, única forma de que el club pueda cumplir sus cien años. El reconocimiento de la Federación Española de Fútbol al juego limpio debe servir como revulsivo para el Real Jaén y para la afición, que tiene que volver a arropar a su club con los abonos, con precios más que asequibles desde setenta euros. A lo extradeportivo deberá dedicarse en cuerpo y alma Vilches para asentar unos pilares que deben pasar por la recuperación del estadio y su entorno sin mucha más demora.
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