El jurado del primer Concurso de Ideas Jaén Genuino se reunió ayer a deliberar sobre los diez proyectos presentados para ejecutar en el conjunto histórico de Jaén. El debate, como siempre que se aborda esta zona olvidada de Jaén, fue enriquecedor, a la vez que puso de manifiesto la dejadez de las administraciones durante décadas y los continuos incumplimientos del Pepri, que regula su planificación. Pero más allá de las obviedades, que por ello no hay que dejar de denunciarlas, queda el poso de personas preocupadas por que el casco antiguo salga de ese olvido eterno, primero, por el bien de sus vecinos y asociaciones culturales como Iuventa y Patmos que llevan años predicando en el desierto; y segundo, por la autoestima y el desarrollo turístico de la ciudad, que debe estar ligado, además de a parámetros de legalidad y planeamiento, a la idiosincrasia y el legado que la costumbre, la tradición y la Historia han dejado en esta ciudad genuina. Lo ideal sería que todos los proyectos presentados pudieran realizarse, pero un concurso se ciñe a sus bases, si bien, el resto de ideas, son desde ayer una lucha más para este ‘Jaén Genuino’. No obstante, cada uno de ellos, además de ser una aportación valiosa para el casco antiguo, recoge de forma explícita los problemas a los ahora debemos dar soluciones.
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