El sector siderometalúrgico ha sido, tradicionalmente, uno de los principales pilares de la economía jienense. Sin embargo, la crisis económica de los últimos años no solo desmanteló la industria de la automoción tras el cierre de Santana Motor, sino que el mercado automovilístico se hundió en consonancia con el resto del país. También la crisis de la construcción se dejó notar en este sector, pues una de las consecuencias que trajo fue la desaparición de un 40% de las empresas de instalación.
Pero este escenario sombrío parece que empieza a despejarse. Así se constata desde la Federación de Empresarios del Metal (FDM), una organización que agrupa 900 empresas en toda la provincia (frente a las 1.500 que había hace una década) y unos 9.000 empleos en los sectores siderometalúrgico, comercio del metal y distribuidores del butano. “El sector empieza a repuntar, aunque hay que tener en cuenta que venimos del pozo y, por tanto, aún estamos muy lejos de los mejores indicadores de antes de la crisis”, apunta Francisco Pastrana Martos (Jódar, 1963), presidente de la Federación del Metal y, a su vez, de la Asociación Provincial de Talleres de Reparación de Vehículos.
Pastrana pone como ejemplo del cambio de tendencia que parece vislumbrarse el ligero aumento que se viene dando en las matriculaciones de vehículos. En marzo las ventas de turismos aumentaron un 9,95% con relación al mismo mes del pasado año, mientras que las de todo terrenos lo hicieron un 16,56 y las de vehículos industriales, un 13%. Crecimientos por encima de las medias nacional y andaluza y que hacen que vuelva el optimismo al gremio empresarial: “Los planes estatales de ayudas y que los bancos estén abriendo el grifo son factores que ayudan”.
Francisco Pastrana acude al Desayuno de VIVA JAÉN acompañado del coordinador técnico de la federación, Francisco Martínez Eliche. Los dos quieren visualizar un nuevo tiempo en esta federación empresarial tras la jubilación de su anterior secretario general, Ramón Calatayud, que ha acaparado todo el protagonismo en las últimas décadas. “Ahora se abre una nueva etapa y queremos darle un nuevo enfoque a la federación”, indica Pastrana, que preside la FDM desde septiembre de 2013, cuando fue elegido para un periodo de cuatro años. Pese a los embates de la crisis, Pastrana subraya que la federación ha mantenido intacta su plantilla aunque lamenta que los cursos de formación que imparte esta organización lleven dos años ralentizados por la falta de convocatorias de ayudas estatales y autonómicas.
La lucha contra la piratería y la economía sumergida en el sector de la automoción es una de las líneas de actuación de la FDM. Pastrana admite que con la crisis “han proliferado los talleres ilegales de reparación” al tiempo que ha despegado el mercado de los recambios de segunda mano. Una circunstancia que tiene mucho que ver con el hecho de que Jaén sea una de las provincias con un parque automovilístico más viejo –por encima de los 10 años de uso medio, estima la federación- , lo que lleva a una mayor actividad a los talleres de reparación. “Los clientes deben saber que si acuden a talleres ilegales no tienen ninguna garantía en cuanto a las reparaciones, y la calidad y la profesionalidad de las mismas se reduce considerablemente”, advierte el presidente de la Federación del Metal. Pastrana estima en torno a un 30% el número de talleres ilegales que surgieron durante la época de la crisis. Muchos de ellos afloraron merced a la campaña de inspección que la Federación puso en marcha de la mano del Seprona.
Valeo, un referente
Una crisis que, como dice Pastrana, también ha traído un proceso de ajustes y concentración en el sector de los concesionarios de automoción. Aunque fue el cierre de Santana Motor en 2011 el golpe más duro para todo el sector y la industria auxiliar. “Supuso el desmantelamiento de la industria del automóvil en la provincia”, confiesa el empresario galduriense, que pone en valor, no obstante, la pujanza de la ahora empresa líder de la provincia, Valeo, con unos 1.600 empleados. Tanto Pastrana como Martínez Eliche destacan la fortaleza de la planta de Martos como centro de la división de Valeo en España y como referente en materia de investigación y desarrollo. En medio de este panorama de clarooscuros, los empresarios del Metal reclaman el apoyo institucional para relanzar el tejido económico de la provincia. “Hacen falta más inversiones y más incentivos empresariales”, manifiesta Pastrana.
¿Y los empresarios qué culpa tienen de la situación actual? “Es cierto que quizá seamos demasiado conservadores y no arriesgamos lo suficiente”, admite. Entre las propuestas que se hizo desde su federación, y que no encontró el aliento necesario en la Administración, está la de impulsar un clúster para la fabricación en la provincia de toda la industria oleícola. “Tenemos la materia prima, pero la maquinaria sigue siendo de multinacionales”, defiende Pastrana, que no dar por enterrado una iniciativa que la Federación abanderó en noviembre de 2014 junto a sindicatos y otros agentes sociales. Por cierto, una de las principales multinacionales del sector oleícola, Pieralisi, se ha incorporado como asociada de la Federación del Metal de Jaén.
La Federación del Metal está dentro de la Confederación de Empresarios de Jaén (CEJ), pero no así de la Cámara de Comercio, a pesar de que presidieron el órgano cameral entre 2006 y 2010 de la mano del ya desaparecido Ángel Martínez Villén. Pastrana recuerda que abandonaron la Cámara en la época de Luis Carlos García y ahora tampoco les atrae el devenir de esta institución. “No vamos a entrar porque no nos gusta la situación actual de la Cámara y su gestión”, explica.
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