En mitad de una campaña frenética y sin dejar lugar a un respiro, sale del acto de campaña que Podemos acaba de celebrar en Málaga y se dirige con su equipo hacia el aeropuerto de la capital de la costa del Sol. Responde al teléfono. Va a hablar de Andalucía, una tierra que le “transmite muy buenas vibraciones” de cara a la cita electoral más reñida de la democracia, la del próximo 20 de diciembre.
Esta es la primera campaña en la que las redes sociales van a tener un peso decidido. ¿Qué incidencia cree que puede tener este tipo de factores externos a la propia campaña?
–Es verdad que las redes sociales no son solo un espacio de información sino también un espacio de deliberación democrática importante. Y es ahí donde nosotros nos sentimos muy cómodos. Creo que hay un elemento generacional y el propio desarrollo de la tecnología permiten más espacios de participación ciudadana, es nuestro terreno natural. Estamos convencidos de que nos van a ayudar a ganar.
Son también las elecciones más reñidas de la democracia, ¿cree que por eso estamos viendo a unos candidatos sobre expuestos mediáticamente?
–Es un momento histórico muy especial. Nosotros decimos que estamos viviendo una segunda transición, que de alguna manera el 15 M construyó los ingredientes de una nueva gramática política en España, que quizá ha tenido su mayor expresión política en Podemos, pero que lo ha cambiado todo. Y creo que esa tensión ante una posibilidad de cambio histórico se está expresando en la campaña. Y al mismo tiempo, no es menos cierto que los medios de comunicación cada vez son más si cabe los escenarios de competición política. Tal vez nosotros hayamos introducido muchos elementos nuevos en la vieja política. En la vieja política estábamos acostumbrados a debates pactadísimos, aburridos, como el debate de Aznar y Felipe González, y digamos que ahora el estilo es otro y eso se nota. Los viejos sienten la presión de sentirse incómodos en formatos más abiertos a la participación de los ciudadanos.
Teniendo en cuenta los resultados que obtuvo su partido en las pasadas elecciones andaluzas y lo que dicen las encuestas ¿Qué expectativas reales de votos esperan tener por nuestra comunidad?
–Yo creo que vamos a tener un resultado magnífico. Creo que lo que conseguimos en las elecciones andaluzas fue increíble. En Andalucía que una fuerza política con casi menos de un año de vida tuviera más del 14% de los votos, es algo inédito en la historia de este país. Tengo muy buenas vibraciones y creo que Andalucía va a ser fundamental para el cambio político en España. Tanto la sensación que me llevé el otro día de Cádiz, como la que me llevo de Málaga es que Andalucía va a ser fundamental para el cambio. En todos los lugares en los que competimos, competimos para ganar. Y para hacer análisis electorales están los sociólogos. Y nosotros de eso sabemos mucho, pero yo ahora soy candidato.
Las encuestas previas a las elecciones europeas les daban un respaldo de votos que luego no se correspondió con la realidad. ¿Cree que ahora también fallarán las encuestas?
–Esto ha ocurrido siempre. Si esto fuera cierto, nosotros habríamos tenido entre cero y un diputado en las elecciones europeas, y tuvimos cinco. Las encuestas no fueron capaces de prever ni que Ada Colau ganaría en Barcelona, ni que Carmena ganaría en Madrid, ni ‘Kichi’ en Cádiz, ni Pedro Santisteban en Zaragoza, ni Julio [Ferreiro] en La Coruña. El caso de Julio es el más divertido, porque las encuestas de La Voz de Galicia decían que Ciudadanos (C’s) iba a entrar en el consistorio y que Podemos no iba a obtener ni un solo concejal. Y lo que ocurrió fue que C’s se quedó fuera y Podemos ganó las elecciones con la candidatura de Julio.
Creo que eso va a ocurrir también en las elecciones generales, es verdad que son unas elecciones muy abiertas, en las que hay mucha competición, pero nosotros percibimos una sensación de remontada que nos transmite todo el mundo y que se ve incluso en el nerviosismo de nuestros competidores. Creo que la conversación el otro día con Celia Villalobos es muy representativa de lo que se va y de lo que viene. Y la verdad es que somos muy optimistas.
¿Y qué piensa de la posición que las encuestas dan a C’s? ¿No le parece que hay un interés por fabricar una profecía de auto cumplimiento con respecto a C’s?
–Eso decía el otro día Alfonso Guerra, que no es de Podemos, pero sin embargo decía que las encuestas se han convertido en un mecanismo de promocionar a unos partidos frente a otros. Yo creo que lo mejor es siempre comparar las encuestas con la realidad electoral, y lo que vimos en las municipales y autonómicas, sobre todo si comparamos a C’s y a Podemos, es que nosotros desbordábamos las encuestas y C’s tenía siempre mucho menos de lo que se le daba. No seré yo quien acuse a las empresas demoscópicas de promocionar a C’s, ya lo hace Alfonso Guerra, así que nos quedamos con ese argumento.
¿Qué piensa de un posible rescate con dinero público de Abengoa?
–Me parece un escándalo. Cuando he ido leyendo los informes y me entero de que han fundado una sociedad en el Reino Unido para tratar de escapar de la ley concursal española, veo que es otra vez la misma estafa: utilizar ayudas públicas, enriquecerse con ellas, y luego socializar las pérdidas. Hay una cosa que tienen que entender si nosotros ganamos las elecciones: si se rescata con dinero público abengoa, pasará a ser de los ciudadanos. Y dejará de ser propiedad de unos accionistas que lo que parece es que han intentado estafar a todos los ciudadanos, vendiendo las joyas de la corona a sociedades con domicilio en el extranjero para intentar escapar de la ley española. No hay mayor comportamiento antipatriótico que ese. Hace falta un gobierno patriótico que diga a una empresa puntera en energías renovables que tiene que tener una función social, y no para que eso sirva para que algunos se forren con ayudas públicas, y para que cuando como consecuencia de esa gestión y de las puertas giratorias que han hecho que muchos señores procedentes de la Junta de Andalucía se sienten en ese consejo de administración a cobrar un pastón, pues resulta que ahora sean los ciudadanos los que tienen que pagar otra vez.
¿Qué haría usted con Abengoa si llegara al Gobierno? ¿La rescataría?
–Habría que estudiarlo. Es una empresa muy importante que además se ocupa de cuestiones muy importantes que tiene que ver con nuestra voluntad de hacer un Plan Nacional de Transición Energética. Nuestra voluntad sería que todos esos recursos formaran parte de un plan de reindustrialización de España y de apostar por las energías renovables, pero hay una cosa muy clara: si el Estado rescata y los ciudadanos rescatan, eso pasa a ser de los ciudadanos.
¿Tiene realmente futuro la actividad minera en suelo andaluz?
–Se tiene que producir una transición energética hacia las energías renovables. Lo hemos dicho desde un principio. Hay que proteger los puestos de trabajo y es fundamental proteger a las familias, pero creo que se pueden implementar planes de transición para que se pueda proteger la forma de vida de una serie de regiones y vías económicas importantes que existen en Andalucía y también en otros lugares como Asturias haciéndolo compatible con una evolución hacia un modelo energético que haga a nuestro país menos dependiente de los combustibles fósiles.
¿Qué proyección económica le ve a una minería explotada por capital extranjero como en el caso de México-Minorbis en Aznalcóllar o Atalaya Mining en la Cuenca Minera de Riotinto?
–Me parece terrible que en última instancia, lo que se produce aquí se convierta en dinero que se va fuera y que no deja nada a la sociedad. Yo creo que por desgracia en nuestro país se ha implementado un modelo de desarrollo que ha permitido que algunos hagan muchísimo dinero, dejando muy poco para que los ciudadanos puedan disfrutar de las prosperidad económica. Creo que hay que cambiar ese modelo.
¿Nacionalizaría entonces la minería?
–Nacionalizar es una medida excepcional que no es necesaria. En nuestro país se puede apostar por un plan de transición energética que asegure que haya competencia, que es algo que además no ha existido en el sector energético en nuestro país, donde han funcionado los oligopolios, y digamos que eso al mismo tiempo puede respetar las finalidades sociales. Somos partidarios de acabar con los cortes eléctricos y con los cortes de sumistros básicos para las familias. Nosotros no querríamos tener que llegar a usarlas, eso si, lo que tenemos claro es que hay que acabar con las puertas giratorias, los abusos, con la existencia de modelos oligopólicos que al final solo perjudican a los ciudadanos.
Ustedes hablan de un modelo económico basado en la renovación energética, y que eso ayudaría a crear empleo. ¿Pero qué más proponen para crear empleo?
–Entre unos 300 y 400 mil puestos de trabajo en un año. El Plan Nacional de Transición Energética, que tendría una financiación publica de 3.000 millones de euros y movilizaría 12.000 millones de euros de inversión privada, implicaría en primer lugar un plan de eficiencia energética que asumiría que hay que hacer los edificios mucho más eficientes energéticamente. Eso nos permitiría movilizar la fuerza de trabajo que se quedó en el paro tras el boom inmobiliario de la construcción, y que podríamos hacer edificios muchos mas eficientes energéticamente por medio de la instalación de placas solares y sistemas de aislamiento. Ciframos el ahorro en unos 700 euros al año por cada familia. Siempre que se pregunta qué hay que hacer para crear empleo, algunos hablan de la legislación laboral. Pero la clave es el desarrollo económico, que es lo que crea empleo. Por eso creemos que la clave esta en reindustrializar nuestro país, apostando por la industria limpia y la industria de alto valor añadido y de investigación y desarrollo.
Pero una economía que pivota solo sobre un eje, en este caso la energía, puede acabar como ya acabó España con la burbuja inmobiliaria… ¿Qué más fomentarían?
–Apoyar a la pequeña y mediana empresa y a los autónomos. En España hay 3 millones de autónomos, y el tejido de la pequeña y mediana empresa representa el 95% del conjunto el tejido empresarial de nuestro país , y crea el 65% de los puestos de trabajo.
Sobre los autónomos por ejemplo, es fundamental racionalizar las cuotas. No puede ser que se tenga que pagar una cuota cuando se cobra menos del salario mínimo y las cuotas tiene que ser progresivas. No puede ser que todo el mundo tenga que pagar 200 euros con independencia de lo que facture. Al mismo tiempo hay que asegurar el acceso al crédito. Buena parte de los emprendedores de nuestro país se han visto convertidos en emprendeudores y para eso el Instituto de Crédito Oficial tiene que actuar, y las empresas, y las entidades financieras que han sido rescatadas con dinero público, tienen que asegurar que hay crédito. En nuestro país se ha visto que se ha gobernado a favor de la minoría de empresas que esta en el Ibex 35. n
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es