Nada es lo que parece. Tras la huelga convocada por los trabajadores de la recogida de basura, de la empresa FCC, que ahora se ha aplazado hasta el viernes tras el encuentro en el Sercla y con la promesa de cobrar las nóminas ese mismo día, hay mucho más. Detrás están cuatro años en los que el equipo de gobierno del PP no ha sido capaz de sacar adelante un pliego de condiciones para la nueva adjudicación del servicio de recogida de basura y de limpieza, en gran medida por la deuda, que sigue aumentando con la actual concesionaria, y por otro lado, por la reducción de la plantilla en el caso de que el pliego hubiese salido adelante tal y como se planteó a mitad del pasado mandato, con un día menos de recogida y algo más de once millones de euros. Ahora, los trabajadores ya están incluidos en el nuevo pliego con sus puestos subrogados, pero la eliminación de un día de recogida tendrá consecuencias laborales también en la plantilla y ese es el principal escollo. Mientras tanto, la concesionaria aprieta a sus trabajadores con retrasos en los pagos de las nóminas ante la impotencia del Ayuntamiento y la falta de liquidez para afrontar las facturas con FCC. Y todo ello en un mes en el que el Consistorio deberá hacer frente a las pagas extraordinarias de los 1.400 empleados.
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