Cada día, casi 20.000 vehículos circulan por la A-316 a su paso por la capital. Y desde ayer, podrán hacerlo en autovía, la del Olivar, hasta las más vecinas ahora Baeza y Úbeda. La apertura de 75 kilómetros de autovía entre Martos y Úbeda, pasando por la capital, va a suponer un antes y un después, sin duda, para este eje, tanto a nivel comercial, como turístico. No anda desencaminado el delegado de Fomento, Rafael Valdivielso, al afirmar que la capital se beneficiará de la Autovía del Olivar sobre todo comercialmente, ya que la apertura ayer del último de los tramos deja a una población de unos 70.000 jienenses de La Loma a apenas treinta minutos de la capital. Pero además, las dos ciudades Patrimonio Mundial verán como el flujo de turistas cuyo destino no es la provincia, bien aconsejados por los turoperadores, pierden el miedo para acercarse a Úbeda y Baeza desde sus destinos más sureños, como puede ser Granada o la Costa Tropical y del Sol. La Autovía del Olivar, que llega muy tarde, como todo en Jaén, debe servir para que todas las administraciones comiencen a desempolvar los proyectos aparcados hace décadas y completar el mapa de infraestructuras pendientes en esta provincia, del que ya disfrutan el resto de territorios, con especial atención al olvidado ferrocarril.
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