Dos años después de la visita del evaluador francés a la Catedral de Jaén y tras el informe negativo emitido para su inclusión como Patrimonio Mundial junto a Úbeda y Baeza, los demoledores argumentos al expediente presentado a ICOMOS aún no han sido subsanados. Mientras en Jaén preocupaba el estado del entorno de la Catedral como una de los principales argumentos en contra para la declaración, el informe preparado ni siquiera fue capaz de demostrar una línea continuista entre la obra del Andrés de Vandelvira (sacristía y sala capitular) y el resto de la seo jienense, a pesar de que existen argumentos documentados sobre su influencia en su posterior ejecución. Sin necesidad de rebuscar en archivos del resto del país, según recoge Antonio Ortega Suca en su tesis doctoral, existen 16 constantes arquitectónicas que aparecen en las bases documentales . Cada vez que se contrata a un maestro mayor de obra se hace hincapié en que siga la traza de Andrés de Vandelvira. Independientemente de la pobreza científica del expediente presentado, Jaén ha perdido dos años muy valiosos en los que no se ha avanzado nada en la carrera hacia el Patrimonio Mundial y un congreso más no servirá para alcanzar la inclusión tan merecida y esperada por la ciudad.
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