Entre tantas pulgas tal vez un día encontremos al perro, que es Jaén. La celebración de dos eventos en los últimos fines de semana en el conocido como Paseo de las Bicicletas, parte del parque de la Concordia, ha despertado las críticas de muchos ciudadanos, a las que se han sumado más tarde las de la oposición, por el estado en el que se encuentra. Ni paseo, ni bicicletas, ni obras, ni remodelación, ni nada del proyecto que con fondos de los planes provinciales de Diputación se iba a llevar a cabo, a pesar de que el alcalde, ayer, ante las críticas, sobre todo en las redes sociales, dijera que estaría acondicionado antes de que finalizase el año. Nuevo brindis al sol y más pulgas para un perro flaco, famélico, cervantino y quijotesco. Del proyecto de la Junta para rehabilitar el paseo como compensación por las obras del tranvía, nunca más se supo. Como tampoco de la concesionaria adjudicataria del plan provincial que finalmente renunció. El caso es que el parque central de la ciudad, el de la Concordia, el de la vieja Victoria, con su paseo para bicicletas por el que no se puede dar un paso, mucho menos por la noche, languidece a la espera de un collar para un perro que tarde o temprano deberá sacudirse todas las pulgas. Eso sí, él solo, triste e injustamente abandonado por su amo.
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