La Encuesta de Población Activa del segundo trimestre trajo ayer buenas noticias para 2.500 jienenses que abandonaron las listas del paro, si bien, la cifra total de desempleados continúa situándose por encima de los 100.000 y la tasa de paro es del 34’5 por ciento, la más alta del país, solo superada por Cádiz y Melilla. La lenta recuperación del empleo en la provincia debe ser recibida con alegría, aunque al menos sea para esas 2.500 personas, pero es necesario no olvidar la dramática situación en la que aún se encuentra el empleo en Jaén, y lo que es peor aún, la falta de cobertura económica cada vez para más jienenses. Un 45’6 por ciento de los pardos de Jaén no perciben ya ningún tipo de prestación, lo que deja claro que la entrada en las colas del INEM es prolongada y que el mercado laboral está seriamente dañado, sin que el futuro inmediato anuncie una recuperación más allá de la precariedad y la temporalidad, demasiado ligada al sector primario. Bienvenidos deben ser también los planes de empleo que desde administraciones como la Diputación Provincial vuelven a ponerse en marcha, pero es necesario, además de atender la urgencia, planificar el futuro y provocar la creación de puestos de trabajo, apoyando no solo a los mercados tradicionales y emergentes, sino a todos los empresarios que han conseguido, no con poco esfuerzo, salvarse de esta tormenta perfecta.
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