Tendrá ventajas y desventajas, como todos los cambios, pero, en principio, el anuncio del Papa Francisco de querer fijar una fecha inamovible en el calendario para celebrar la Semana Santa ha sido bien aceptada tanto en la Diócesis de Jaén, según las manifestaciones del vicario general, Francisco Juan Martínez Rojas, como en la Agrupación de Cofradías, presidida por Francisco J. Latorre. La intención es que católicos y ortodoxos celebren a la vez la Pascua de Resurrección, la fecha más importante para la Cristiandad. Hasta ahora, los ortodoxos, al regirse en esta celebración religiosa por el calendario juliano, lo hacen una semana después que los cristianos, que en el siglo XVI cambiaron al calendario gregoriano, que no fue aceptado en su día por la Iglesia Ortodoxa. Por tanto, la intención es que el Domingo de Resurrección coincida siempre con el segundo domingo del mes de abril. Esta circunstancia provocaría que se modificaran muchas de las fiestas actuales, que dependen del calendario lunar, al igual que la celebración de la Semana Santa, dejando atrás las tradiciones paganas. No obstante, sectores como el turismo podrían beneficiarse de la medida, ya que una fecha fija para los días de fiesta haría mucho más previsible el turismo y los viajes. Sin embargo, todavía habrá que esperar la decisión final.
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