Durante cuatro días (y que sirva de precedente) Jaén se va a convertir en el escaparate mundial del aceite de oliva. Expoliva llega hoy a partir del mediodía en su décimo séptima edición ya, para mostrar al mundo la singularidad y riqueza del oro virgen extra. Y lo hace en una edición que bate récords de participación y con las principales industrias afines en el recinto de Ferias Jaén y algunos de los investigadores más prestigiosos del sector oleícola. Se moverá negocio, como en cada edición, y la capital y localidades del área metropolitana se beneficiarán de la mayor feria de cuantas celebra el sector. Será un buen momento, por tanto, para dar un empujón decisivo a la candidatura del paisaje del olivar como Patrimonio Mundial, un hito más en este largo y duro camino que emprendió hace décadas el sector oleícola no sólo por dignificarse, sino por ocupar el lugar que se merece esta grasa en las dietas mundiales y que poco a poco se abre camino con aceites, muchos de ellos de esta tierra, de calidad reconocida. Queda ahora que a la par vaya el castigado trabajo agrícola del olivar, que sigue precisando de empresarios que arriesguen y que dejen de una vez de lado la tradición estéril que lastra a esta tierra que depende y dependerá (y no está de más que así sea) durante muchos años de la producción de su olivar.
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