| El Real Jaén camina sin rumbo y a la deriva en una temporada que todos esperan que finalice lo antes posible.
Los blancos volvieron a empatar, y a cero goles, en el estadio de La Victoria, esta vez ante la Balompédica Linense, en un partido en el que los pupilos de Rafael Berges gastaban los últimos cartuchos en su caminar hacia la fase de ascenso.
Aunque el dominio fue casi total a lo largo de todo el encuentro, los jienenses volvieron a demostrar que no creen en sus posibilidades y solo ofrecen nervios, imprecisiones y mucha ansiedad, todo adobado con una auténtica falta de gol que hacen que los puntos vuelven con mucha felicidad del estadio jaenero.
A pesar del dominio blanco sus jugadores no estuvieron acertados como Sutil en dos remates, uno de cabeza (minuto 16) y otro cruzado (minuto 44), que no llegaron a inquietar al meta Soler.
Por su parte, los visitantes intentaron acercarse a los dominios de la Calzada en esporádicas jugada, siendo la más clara el tanto que anotó Fall (minuto 28), pero que fue anulado por encontrarse en fuera de juego.
En la continuación las cosas no cambiaron demasiado, pero los jienenses se fueron en busca de la victoria con ímpetu y ganas, pasando por muchos problemas la defensa gaditana. Fueron minutos de buen juego local, pero poco a poco se fue diluyendo como un azucarillo. Sin embargo, cabe reseñar dos acciones brillantes de Brian con un centro por la derecha (minuto 66), que no llega a Fede en la misma línea de gol y, posteriormente, con un disparo desde la frontal del área (minuto 70), que tras dar en un defensor la pelota se marchó cerca del poste derecho del marco de Soler.
En la recta final los dos entrenadores se la jugaron. Berges con la presencia de Sergio Molina por Fran Miranda y de Montero por Sutil, y aunque la posesión del balón seguía siendo de los blancos, faltaba intensidad en los metros finales. Por su parte, el entrenador visitante, Rafael Escobar, puso en escena a Canario y Copi, que propiciaron varios contragolpes llegaron con mucho peligro a los dominios de De la Calzada, pero no estuvieron lúcidos a la hora de rematar. José Ramón (minuto 81), tuvo una nueva opción, pero la más clara fue para el jienense Álvaro Montero (minuto 93), que remató, si es que eso era un remate, de forma muy deficiente de cabeza, un preciso centro de Santi Villa.
Con esta acción finalizó un partido que no ‘hará afición’, máxime cuando se produjo la peor entrada de toda la temporada en el municipal jienense.
Al final los aficionados despidieron a sus jugadores con una sonora pitada, ya que habían vuelto a defraudar con su juego, su forma de actuar y, sobre todo, con esa falta de gol que ya se ha hecho crónica.
El Real Jaén, aunque matemáticamente, todavía no ha firmado la renuncia a la fase de ascenso, pensar en ella es simplemente una utopía ya que en ningún momento se vislumbra una reacción cuando sólo quedan tres encuentros para la conclusión de la liga regular, y los jienenses dejan mucho que desear.
En los prolegómenos del partido se entregó una camiseta con el número 100 a Nando, al cumplir su centenar de encuentros con la camiseta blanca, y se ofreció un homenaje a la peña deportiva de Villardompardo.
Sala de prensa
Tras el encuentro, el entrenador visitante Rafael Escobar, valoró muy positivamente el empate aunque dijo que “por ocasiones hemos merecido más, si bien creo que el punto nos vale para poder meternos en la fase de ascenso”.
El técnico gaditano destacó “la ansiedad y los nervios con los que actúan los jienenses”, que sin embargo, “tienen un buen equipo que no ha dado todo lo que se esperaba, puesto que estaba destinado a luchar por los puestos altos con el Cádiz”.
Por su parte, Rafael Berges, comentó que “no tenemos suerte y no materializamos las ocasiones que tenemos”. Aunque comentó que seguirán luchando mientras haya opciones, aunque dijo desconocer lo que está pasando en el vestuario afirmó que “yo he visto equipos divididos que han ganado y otros que estaban unidos han descendidos”, y aunque aclaró que él no lo dice, sentenció que “los jugadores han reconocido que el ambiente en el vestuario no es bueno, y de cara al futuro el proyecto debe de ser ilusionante”. Berges, antes las perspectivas que se vendieron al principio de temporada de que el equipo lucharía por ser campeón, refirió que “no han beneficiado, ya que esta plantilla es para luchar con ocho o nueve equipo que tienen opciones de estar en los puestos de privilegio”.
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