Es necesario incentivar la actividad productiva para transformar los pésimos datos del mercado laboral jienense”. “Las distintas políticas de empleo en Jaén se cuentan con fracasos”. “En lo que llevamos de 2015 no ha habido ningún mes en el que el paro haya descendido en Jaén”. Estos son algunos de los argumentos que recogían ayer sindicatos y patronal nada más conocerse que el paro había aumentado en la provincia de Jaén en 376 personas. La subida no es muy acusada, es cierto, pero deja claro que Jaén está al margen de la recuperación laboral que protagoniza el país y Andalucía, según los últimos datos. Ni siquiera la Semana Santa, con la hostelería y los hoteles a niveles que no se registraban desde hacía una década, según el propio sector, fueron capaces de amortiguar el aumento del desempleo en la provincia, algo que, sin embargo, sí ocurrió en la capital. Está claro por tanto que los mensajes de SOS que lanzan cada mes, desde hace años, patronal y sindicatos, caen en saco roto. Los planes de empleo no son más que parches en la maltrecha economía familiar de miles de jienenses que necesitan el sempiterno y cacareado cambio de modelo productivo en esta tierra o, simplemente, la rentabilización del actual. Eso, o que la economía sumergida ha encontrado un caldo de cultivo que, en algunos casos salvará hogares, pero, en general, lastra el esperado crecimiento.
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