Siguen las aguas revueltas en el conflicto entre los bares, restaurantes y cafeterías y los pubs y discotecas de la ciudad. La nueva asociación, Abacares, que se reunió con los representantes de las administraciones de Jaén, ha vuelto a integrarse en Asostel, la histórica y provincial. Mientras tanto, las disputas internas entre empresarios de la hostelería, porque toda la situación que se vive y que tiene como daños colaterales a dos administraciones, es por una vieja guerra entre hosteleros, ha provocado una situación que solo tendría fin, por un lado, si el Ayuntamiento mirara para otro lado y como han hecho otros elaborara una ordenanza que regulara la posibilidad de tener música en el interior de los bares; pero estaría enmendando una ley de la Junta de Andalucía, de 2002, insuficiente desde la entrada en vigor de la prohibición de fumar en los bares. La otra opción es que se cambie la ley con urgencia. Mientras tanto, algunas de las quejas del sector hostelero con respecto a la obligación de retirar las mesas y sillas al paso de la procesiones, han dado sus frutos y el Ayuntamiento ha flexibilizado el decreto, pero no olvidemos que no es que pierdan clientes cuando las tienen que retirar, sino que los tienen porque es Semana Santa y hay procesiones. En cuanto a por qué la ciudad ha perdido plazas enterradas en terrazas, será cuestión de otra reflexión.
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