El pregonero de la Semana Santa de Jaén, el cofrade Prudencio Villar Sánchez se considera “un enamorado” de la Semana de Pasión jienense y por ello defiende “la tradición”, frente a la introducción de novedades que paulatinamente se van implantando entre las cofradías jienenses. “Me gusta la Semana Santa de mi tierra. Tiene una identidad propia. Hay que mantener nuestras costumbres. La nuevas propuestas hay que introducirlas siempre que no hagan que perdamos nuestra identidad”, apunta Villar.
Esta Semana de Pasión será diferente porque la ha pregonado y ha sido un “honor” que nunca olvidará, por las muestras de cariño y respeto que le han demostrado los jienenses antes y después de anunciar la llegada de la Semana Santa.
El Domingo de Ramos recogerá a sus nietos y se echará a la calle para disfrutar de las procesiones. “Se presenta una Semana Santa excelente”, reconoce un cofrade que la vivirá rodeado de sus familiares, especialmente de los más pequeños. “Cuando era un niño, vivía la llegada de la Semana Santa con una gran ilusión. Ese sentimiento es el que quiero inculcar a mis nietos”, reconoce.
Es de los cofrades que nunca sale de la capital durante su Semana Santa. Este año ocupará la tribuna oficial de la Agrupación de Cofradías, pero su familia se sentará frente a él, en los palcos que reservan cada año para disfrutar de la carrera oficial.
Prudencio Villar espera especialmente La Madrugada, para acompañar a Nuestro Padre Jesús Nazareno. Fue hermano mayor (2004-2010) y “hasta que las fuerzas” se lo permitan, acompañará a la Imagen más venerada entre los jienenses.
En cuanto al itinerario oficial, asegura que el cambio “no tiene importancia” y se congratula de que la calle Maestra esté recuperando el carácter cofrade de antaño. En cuanto a la calle Campanas, reconoce que es un lugar emblemático y que hay que disfrutarlo por el entorno, con la Catedral anexa, donde en un futuro podría celebrarse estación de penitencia.
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