A pesar de ser merecida la victoria del Jaén Paraíso Interior ante el Barcelona en un encuentro de fútbol sala de infarto, fue justa. Justa por el trabajo que el club, el técnico y los jugadores han realizado durante toda la temporada y justa porque la afición no ha cesado en un solo instante de llenar en cada encuentro el pabellón de la Salobreja. Por una vez, y esperemos que sirva muchas veces como precedente, Jaén alcanza lo más grande y se trae para casa la Copa de España de Fútbol Sala y hace Historia en un deporte que cada vez cuenta con más aficionados en la ciudad. El nombre de esta tierra está dando la vuelta al mundo y ahora es el momento de agradecérselo a quienes lo merecen: a los responsables de esta proeza, sobre todo a su míster, Dani Rodríguez, que ayer estaba insultante junto al resto de jugadores; a ellos por encima de todo por hacer feliz a toda la ciudad durante un fin de semana de infarto; y a los aficionados, que ayer se plantaron en Ciudad Real, muchos de ellos sin entrada, a festejar lo que ha sido todo una aventura. No debemos olvidar a los patrocinadores del club que han apostado por este grupo humano que ahora se merece salir a la arena a disfrutar de todos sus laureles y que los jienenses, que tan poco acostumbrados están a este tipo de celebraciones, estén con ellos hoy agradeciéndoles todo el trabajo realizado y toda la ilusión despertada en Jaén. ¡Viva, Jaén Paraíso Interior!
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