El proyecto museográfico del Museo Ibero está pendiente de la firma de un convenio entre la delegación territorial de Cultura de la Junta de Andalucía y el Ministerio de Cultura. Según confirman desde la delegación, el borrador del convenio se ha finalizado y en base a éste se podrá trabajar con las colecciones de titularidad estatal que podrán exponerse. Además, ahora se trabaja en la actualización del inventario definitivo de las piezas que formarán parte de la colección estable del Museo Ibero de Jaén.
No hay fecha prevista para la apertura, pero el proyecto museográfico ha de realizarse de forma paralela a las obras, según el director del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén, Arturo Ruiz, que participó en la primera comisión técnica organizada para valorar las bases museológicas del futuro Museo.
El discurso museológico se planteó como cronológico y funcional para que el visitante contemple la evolución de los íberos, sus 600 años de historia, acercándose al mundo de la muerte, la vida cotidiana en un oppidum, los cultos y el paisaje de la época ibérica. Gracias al proyecto 3D-ICON se podrán aportar imágenes en 3D de inmuebles de la provincia.
La capital tiene una colección de piezas de la cultura ibera suficiente, pero incorporando elementos de los museos de otras provincias andaluzas “se crearía la realidad de que el de Jaén es un Museo andaluz, no sólo para la ciudad y la provincia”, aclara Ruiz. Ciudades como Granada tiene piezas como el Toro de Arjona. En Córdoba hay alguna cabeza de león, tipo Baena.
El Museo de Jaén tiene dos grupos escultóricos de primer nivel. Son los dos grandes conjuntos de Cerrillo Blanco (Porcuna), que es el caso “más extraordinario de conjunto escultórico ibero”; y el de El Pajarillo (Huelma). También están los ajuares de la necrópolis ibéricas de Castellones de Ceal (Hinojares), la necrópolis de La Guardia, el hipogeo de Hornos (Peal de Becerro) y el Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica ha incorporado la necrópolis de Piquía, en Arjona, con la cámara principesca que contiene uno de los conjuntos de cerámica griega más importante del país. En los almacenes del Museo “el material es abundante”, concreta.
El Fondo Marsal (más de 100.000 piezas arqueológicas) suma dos necrópolis ibéricas expoliadas (Atalayuelas de Fuerte del Rey y la necrópolis de la Carada de Espeluy), que una vez catalogadas deberán volver a Jaén. También hay un conjunto de exvotos de Cástulo y Turruñuelos y alrededor de 100 exvotos y monedas de la II Guerra Púnica. “Hay más de mil piezas que pueden arropar la colección en Jaén”, dice.
El Museo Arqueológico Nacional conserva en su colección piezas ibéricas de Jaén. Se pueden encontrar exvotos de bronce de los santuarios de Sierra Morena, Castellar y Santa Elena; el tesorillo de Mogón y una pieza única como la pátera de Perotitos, de Santisteban del Puerto. “Con el Museo Arqueológico Nacional podemos plantear un préstamo de exvotos que complete la colección de Jaén, que es más débil”.
Por todo ello, reconoce que “el 70% de las piezas que compondrán el Museo Íbero son de la actual colección, a la que se añadiría los elementos de los museos andaluces, de la colección Marsal y los préstamos posibles del Museo Arqueológico Nacional”.
Por último, concreta que el Museo Ibero “no debe limitarse sólo a un espacio expositivo, sino que se debe conectar con el 'Viaje al Tiempo de los Iberos', cuyo máximo referente es el yacimiento arqueológico de Puente Tablas.
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