Cuánto más tendrá que pasar para que los vecinos del casco antiguo tengan un instituto? ¿Cuántos reproches más, cuantos cursos, cuantas excusas, cuantas protestas debe haber para que los políticos hagan el centro? Ayer, los vecinos, convocados por la federación OCO, salieron a la calle con sus hijos, en edad escolar, para reivindicar una vez más un instituto en el casco antiguo, nada descabellado si tenemos en cuenta que esa zona cuenta con tres centros de Infantil y Primaria y ninguno de Secundaria. Nuevamente más de diez años mareando la perdiz, ahora desde la Junta de Andalucía, ahora desde el Ayuntamiento. Duele más este eterno desprecio, que una negativa rotunda. “No habrá IES”. Punto. A otra cosa. Pero claro, no queramos entonces que el casco histórico se revitalice, que gente joven apueste por establecerse en él y contar con las mismas oportunidades que el resto de vecinos de Jaén. Porque aquí no se está pidiendo ni siquiera una discriminación positiva, aquí lo único que se pide es que los niños que acaban en el colegio que está al lado de su hogar, no tengan que abandonar su barrio para continuar sus estudios. Y eso no lo hemos inventado nosotros. Han sido los partidos en sus gobiernos al frente de las administraciones. Pero siempre habrá otros a quien reprochar y nunca faltarán profesionales dispuestos a hacer un discurso, a hacerse una foto y sonreír a sus palmeros. Y a cuestionar que se señale su sectarismo.
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