El dicho que siempre apunta y que en la mayoría de las veces se cumple, ‘a nuevo entrenador, victoria segura’, no se hizo realidad en el choque que ayer disputaron en el estadio de ‘La Victoria’, que finalizó con empate a un tanto entre el Real Jaén y el Betis B.
El equipo jienense, ahora preparado por Rafael Berges, empezó con buenas sensaciones. Ganas de agradar y hacer las cosas bien, con metalización de que había que marcar pronto para tener mucho terreno ganado. Las pretensiones se cumplieron, pues cuando muchos aficionados no habían tomado asiento (minuto 5), Santi Villa mandaba a la red un centro de Sergio Molina. La afición mostraba su satisfacción por el posible cambio que esperaba de su equipo. A pesar de que Santi Villa, de nuevo, pudo marcar con un disparo desde la frontal (minuto 20), que salió desviado, el equipo jaenero se fue diluyendo poco a poco, si bien el control de la pelota, con un buen partido de Pedrito, era propiedad de los blancos, pero ya sin crear ocasiones de gol, mientras que los béticos, muy juntitos atrás, impedían que su meta Montoya pasara por momentos de apuros.
En la segunda mitad, el panorama cambió. Aunque en las gradas había diversidad de opiniones con la llegada de Berges al banquillo y el resultado favorable hacía ver aspectos que no se habían producido, en la segunda parte se pudieron ver algunas deficiencias que tiene este equipo, con jugadores a los que les falta la seguridad suficiente para ser poseedores de la pelota. Aunque Santi Villa (minuto 67) y Fede (minuto 73) estrellaron dos balones en el poste, no es menos cierto que los béticos tuvieron la posesión de la pelota aunque sin producir jugadas de peligro, salvo la del tanto del empate (minuto 72), obra de Álvaro, de tiro cruzado, y un disparo con marchamo de gol (minuto 70) del lateral Isaac que se marchó fuera tras tocar en un defensor local.
Entre los jugadores del Real Jaén hay nervios, muchos diría yo, y eso produce una incapacidad para soportar la realidad de un equipo que tiene presión desde todos los ángulos para cumplir unos objetivos que se alejan. Si esto no cambia, -esperemos que Berges lo consiga- el panorama cambiará y el llegar a los puestos de privilegio se puede complicar. Desde la entidad blanca siempre se ha hablado de ser primeros de grupo y, aunque están con un partido menos, la diferencia con el UCAM de Murcia es ya de doce puntos, y con el Cádiz, segundo, ocho, pero este es el rival al que hay que visitar en Carraza, por lo que en caso de no sumar, la diferencia se ampliará, haciendo ya casi imposible poder alcanzar el primer objetivo, y luchar para entrar al menos entre los cuatro primeros.
Los jienenses son séptimos con 32 puntos con los próximos tres partidos fuera de casa. Si los blancos no reaccionan es posible que pronto, antes de lo esperado, tengan que arrojar la toalla. Estamos confiados en que Berges sacará su libreta para imponer su criterio a una plantilla mentalmente débil y con muchas deficiencias y falta de confianza para poder sentenciar los partidos. El mensaje que sale del vestuario “de que ‘La Victoria’ debe de ser un fortín” no solo debe ser una frase hecha, sino una realidad. De lo contrario, mal panorama augura a este equipo que, si el panorama no cambia, pronto podría ser uno más del grupo sin ningún aliciente por el que asistir al municipal jienense.
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