El alcalde de Jaén, José Enrique Fernández de Moya, anunció ayer la formalización de un préstamo con la Caja Rural a un siete por ciento de interés para hacer frente a la deuda que el Ayuntamiento mantiene con la empresa Multiservicios Jabalcuz, que presta la ayuda a domicilio ligada a la Ley de Dependencia en la capital. La huelga era inminente y la situación dramática, que no irreconducible, como ha sucedido. Mucho ha cambiado la postura del alcalde desde que en el otoño del año pasado decidiera denunciar el convenio con la Junta de Andalucía ante los retrasos de los pagos y la raquítica situación de las arcas municipales. Entonces se llegó hasta el final y en diciembre se hacía efectiva la renuncia municipal, que más tarde un juzgado dejó en suspenso mientras se decidía sobre el fondo de la cuestión. Ha pasado casi un año de angustia de las doscientas trabajadoras y de los usuarios del servicio, algunos de ellos realmente desamparados si dejaran de recibirlo. La cercanía de las elecciones municipales tal vez no varíe los argumentos de fondo, pero sí los caminos para reivindicar la normalización del servicio, que es lo que está pasando ahora. El Ayuntamiento pagará a pesar de los retrasos de la Junta y exigirá a ésta que se ponga al día en los tribunales, como hicieron y hacen el resto de ayuntamientos. Ahora la pelota está en el tejado de la Junta que debe también cumplir con su obligación: pagar en tiempo y forma.
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