Terminó con lluvia la semana de Pasión jienense y son ya nueve años en la ciudad sin que salgan a la calle todas la cofradías y hermandades. Esta vez se rozó el ‘pleno al quince’, pero hubo que lamentar que se aguara la fiesta de la Resurrección. El balance ha sido más que positivo con una ciudad apasionada por las procesiones, y porqué no decirlo, por los veladores. Terminó el asueto político y administrativo, solo interrumpido por el tirón de orejas del juez Cañada al alcalde y su equipo de gobierno municipal al instarlos a que el dinero de la Dependencia vaya para quienes sustentan la Dependencia; y es que no ha más ciego que el que no quiere ver. Comienza ahora la otra pasión, la política, la de las elecciones europeas, antesala de las municipales del próximo año, y la pendiente resbaladiza hacia el ‘Calvario’ de los candidatos. Fernández de Moya deberá decidir entre si repite como candidato (de no hacerlo será el único alcalde del PP que se zafe del destino marcado por el hasta ahora previsible e insulso Moreno Bonilla) o si unge al concejal de Urbanismo, Javier Márquez. En el otro bando, Reyes deberá bendecir al candidato a la Alcaldía de Jaén, que saldrá previsiblemente de unas primarias, mientras ve como se aleja la sucesión al frente de la Delegación del Gobierno. ¿Valdivielso, Fernández Palomino, Millán, Calahorro, Espín? Nada parece estar decidido aún y habrá de pasar el caluroso verano para que los populares apunten, disparen e intenten hundir a su rival. Apasionante.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
