La jornada ‘La voluntad de seguir construyendo Europa’ despertó ayer el interés de la comunidad universitaria. Versaron sobre las elecciones al Parlamento Europeo, que se celebrarán el 25 de mayo, con el objetivo de concienciar a la ciudadanía de la importancia de esta cita con las urnas. “No conocemos bien cuáles son las instituciones europeas y esa debilidad es la que pretendemos paliar con estas jornadas y con otras actividades que llevamos a cabo a través de UniRadio”, valoró el rector de la Universidad de Jaén (UJA), Manuel Parras, en la inauguración.
En opinión de Parras, la importancia de Europa es “trascendental” por la dependencia existente por parte de la política económica española. En este sentido, recalcó que mientras que los fondos para investigación pública descienden a nivel nacional y regional, “en Bruselas han aumentando y hasta el año 2020 habrá más de 70.000 millones de euros para financiar investigación”. De ahí que señalara: “Es evidente que tenemos que mirar más a Europa día a día, pasar de los particularismos que hay en cada uno de nuestros países y pensar más en esa dimensión europea que creo que hay que reforzar”.
El director de la jornada, el catedrático de Derecho Internacional Público de la UJA Juan Manuel de Faramiñán, agradeció el interés de la gente joven por esta jornada “de concienciación, democracia y europeísmo”.
El exministro de Asuntos Exteriores y Cooperación Miguel Ángel Moratinos pronunció la conferencia inaugural, bajo el título ‘Europa ante sus nuevos desafíos’.
En declaraciones a los medios de comunicación, Moratinos felicitó a la UJA por la organización de esta jornada, en un momento “oportuno” para retomar el debate sobre Europa. Moratinos se refirió al “cambio radical” que necesita la “nueva Europa” para su consolidación porque “no puede seguir basándose únicamente en postulados económicos y financieros”.
De esta forma dijo que “Europa ha perdido su alma política y tiene que recuperarla para hacer frente a los desafíos de los ciudadanos”. Según sus palabras, “existe un déficit de democracia en Europa y no se puede seguir aceptando que una troika sin legitimidad política ni democrática decida qué políticas de reajuste o saneamiento económico hay que aplicar sin que haya habido una votación, un apoyo ciudadano”.
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