Arío revuelto, ganancia de pescadores, debe pensar el director general de Hojiblanca, Antonio Luque. El malestar entre gran parte del sector oleícola andaluz, y sobre todo jienense, crece a medida que se acerca la fecha en la que Hojiblanca pase a tener el 10 por ciento de las acciones de Deoleo, el primer operador mundial de aceite de oliva. Para muchos, la operación supondría una concentración de marcas de aceite de oliva virgen extra que anularía la competencia, a pesar de que la Comisión Nacional de Competencia decidió finalmente mirar para otro lado y bendecirla el pasado mes de marzo.
Sin embargo, aún no está todo dicho y son muchos, según las consultas realizadas por VIVA JAÉN, los que pretenden batallar y denunciar esta concentración. Por lo pronto, la Compañía Española de Comercialización de Aceite, Cecasa, cuyo presidente, también Antonio Luque, aunque por poco tiempo, según indican fuentes del sector, “se está rearmando”. Cecasa se creó en abril del 2000 con un capital de 4,3 millones de euros, desembolsado en un 68 por ciento por cooperativas y almazaras de Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha. Llegó a representar al 60 por ciento de la producción de aceite español. Sin embargo, en 2002 el entonces Tribunal de Defensa de la Competencia prohibió a la sociedad ejercer su actividad, ante lo que Cecasa interpuso un recurso contencioso-dministrativo en la Audiencia Nacional, que fue desestimado. Finalmente, tras ocho años de litigio, el Tribunal Supremo reconoció la legitimidad de Cecasa. La fuentes consultadas del sector oleícola se preguntan cómo Competencia echó para atrás la Compañía Española de Comercialización de Aceite y ahora pone alfombra roja a la operación de Hojiblanca y Deoleo.
Pero el malestar va más allá. Son muchos los que recriminan a Hojiblanca financiarse con el aceite de oliva de Jaén. En primer lugar sólo aceptan cooperativas con más de 10 millones de kilos de aceite. El mismo que embasan ellos, sin que el productor tenga la garantía de que sea su aceite, y del que solo paga el 80 por ciento, ya que el otro 20 por ciento lo liquida a final de año, con lo que Hojiblanca juega con un inmobilizado millonario. Y teniendo en cuenta que Jaén es la mayor productora de aceite de oliva virgen extra son muchos los que lamentan ahora que sea la provincia de Jaén la que haya estado financiando a la firma malagueña para que ahora el presidente de Hojiblanca, José Moreno, y el director general, Antonio Luque, engorden su colección remunerada de consejos de administración con su integración en el de Deoleo, que le cuesta al operador casi cinco millones de euros al año, mientras los trabajadores se van a la calle y los productores siguen vendiendo el aceite de oliva virgen extra por debajo del precio de rentabilidad .
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