Desde luego quien no se consuela es porque no quiere. Oír al señor alcalde de una de las ciudades más turísticas de la provincia de Cádiz como es El Puerto, quien además tiene todas las competencias en materia de Turismo, decir que el verano en la ciudad ha sido positivo y satisfactorio nada más poner de relieve que han venido menos turistas a los hoteles y que han pasado menos visitantes por la oficina de Turismo es, cuanto menos, sorprendente.
Y es que, claro, así se explica uno por qué en El Puerto todo va como va. Si el máximo representante de la ciudad, en reunión con los representantes del sector, habla tan estupendamente del balance del verano cuando los datos evidencian que, al contrario que en todas partes de España, han venido menos turistas (tres puntos menos) no es sino por el conformismo de quienes ya han cruzado los brazos a esperar el tren de las próximas elecciones.
Pero no sé si me preocupa más esa actitud conformista del Ayuntamiento, o el silencio cómplice de los empresarios turísticos, quienes debieron mirar con cierto sonrojo al señor alcalde-concejal de Turismo tras semejante discurso triunfal pero que no han sido capaces de hacer saltar la voz de alarma.
Sé que no porque tengo bastante estima a los empresarios y profesionales del turismo de El Puerto, pero uno pensaría que les ha pasado como a los “pancartos”, que la virulencia pasada les ha producido una ronquera tal que, en el presente, no pueden expresarse.
Los datos de ocupación hotelera reflejan un descenso de pernoctaciones; las visitas de turistas a la oficina de Turismo han sido menos que el año anterior, echamos al empresario que ha organizado los pocos eventos de los que nos sentimos orgullosos, pero aquí no pasa nada y hacemos un balance positivo, sin críticas, sin autocríticas, sin matices.
Y me temo que los responsables de Peral incluso se han creído el balance que han tenido que improvisar lo que no traerá una sola medida correctora ni de mejora. Bastante tienen en el Bipartito con no ser capaces de sacar adelante un Presupuesto o con aparentar defender los empleos privados que ellos mismos destruyen en lo público.
El agotamiento de este bipartito que presumía de luces y soluciones está sumiendo a la ciudad en su mismo ánimo cansado y triste.
Los profesionales del turismo de El Puerto deben marchar sin contar con el Ayuntamiento (emular el clúster Destino Jerez) y reivindicar su excelencia en un competitivo mercado provincial que va relegando a El Puerto a puestos muy secundarios como destino turístico.
El Puerto tiene empresarios y profesionales bastante cualificados para levantarse, quizá necesite soltar algún “colitazo”.
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