Empiezan los movimientos y los partidos ya mueven fichas y señalan sus cartas y anuncian candidatos, candidatas, fechas de listas, etc. ¿Qué busca la ciudadanía en un líder político? ¿Se parecen los líderes de hoy a los líderes de la transición? ¿Ha mejorado o empeorado la clase política? ¿Por qué los líderes políticos del presente no dejan crecer a los líderes del futuro? ¿Era igual en el pasado?
Según el barómetro de enero de 2012 de Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la ciudadanía espera de los políticos que sean honestos e íntegros y su capacidad para identificar los problemas y buscar soluciones, su compromiso y su formación y preparación. Luego, añaden otras características como su compromiso político y su experiencia en la gestión.
Luego está el marketing. Y aquí se puede optar por el candidato como producto o el mensaje y las propuestas como producto. ¿Qué es mejor en estos tiempos? En el primer caso, los asesores se empeñan en construir personajes que participan en las cofradías, aficionados a su equipo de fútbol. Pero pocos se dan cuenta que lo segundo es lo realmente efectivo. El proyecto, como ya dijimos en un artículo en este espacio hace meses.
El pasado lunes, el actual portavoz socialista en el Ayuntamiento de Málaga, Daniel Pérez, presentó su candidatura a las primarias de su partido para encabezar la reconquista de la Alcaldía. Atendiendo las características descritas más arriba, Pérez debe ser juzgado, primero por los suyos, y después por el electorado de la capital, por su trabajo como líder de la oposición durante este tiempo, es decir, por su capacidad de diálogo, por sus propuestas, por los acuerdos alcanzados, por las críticas realizadas, por las ideas que representa, incluso por su gestión al frente de la delegación de salud de la Junta de Andalucía. Y visto lo visto, cuenta en su haber con elementos suficientes para recibir los apoyos.
Luego, llegado el momento, deberá elaborar (que no es lo mismo que deberán elaborarle) una lista de hombres y mujeres que le acompañen, que hagan creíble el proyecto que defiende. Todo suma. Y él habla de un proyecto denominado “Todo Málaga”, un proyecto compartido en el que participe la ciudadanía. Y la ciudadanía deberá reflejarse en esa candidatura.
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