Me viene como anillo al dedo aquel párrafo de la canción de Macaco, “Moving”, que decía: “Tiempos de pequeños movimientos, movimientos en reacción. Una gota junto a otra hace oleajes, luego mares... océanos. Nunca una ley fue tan simple y clara: acción, reacción... repercusión”… para explicar las estrategias de los partidos andaluces en las últimas semanas en materia de salud.
Primero, el Partido Popular inició una campaña de recogida de firmas para denunciar recortes en sanidad como si el Gobierno Central de Rajoy no tuviera nada que ver en estos recortes y solo fuera culpa de la Junta. Luego empezaron las movilizaciones en Granada y se extendieron a Málaga, Huelva, Jaén y Sevilla, como protestas por diferentes causas. En unas provincias por falta de camas, en otras por el anuncio de fusiones de complejos hospitalarios, en otras por la larga lista de espera…
Más tarde y en plena crisis, salió el Estudio General de Opinión Pública de Andalucía (EGOPA) de invierno, la acción empezada hacía meses se veía ya reflejada, debido, por supuesto, a la reacción de la ciudadanía y la repercusión mediática de las movilizaciones. Así, la sanidad se había convertido en el tercer problema que más preocupa a los andaluces sólo por detrás del desempleo y la educación.
En Málaga, en pleno debate sobre la situación de la sanidad en nuestra comunidad, resucitó la petición de un tercer hospital en la capital años después del funeral del gran hospital que se quedó en el olvido. Es cierto que en este periodo, aunque con retraso, se han inaugurado los hospitales de Guadalhorce y Ronda.
Ayer nos desayunamos con la noticia en este diario de que Ciudadanos amagaba ahora con el pleno sanitario que antes impidió y pedía explicaciones convincentes al consejero y que incluso reclamaría dimisiones. Y lo dicho, acción, reacción y repercusión.
Tras la celebración del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, su portavoz anunciaba la dimisión del viceconsejero de salud y el gerente del SAS. Además, se aprobó la derogación de los decretos de fusión en Granada y Huelva, hasta ahora paralizados. Al final, va a ser que esta nueva etapa sí que trae algo nuevo: rectificación. ¿Qué tal si lo próximo es la anticipación?
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